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Lección 6: Para el 6 de agosto de 2022 ![]()
Sábado 30 de julio |
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Audio | Comentario EGW | Diálogo Bíblico | Mat. Damas | Mat. Adultos | Audio Pr. Bullón |
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Lee para el estudio de esta semana Juan 16:5-15; Colosenses 1:28, 29; 1 Pedro 1:13; Mateo 5:29; Génesis 32 .
Para memorizar “Por eso me afano, luchando con la fuerza de Cristo que actúa poderosamente en mí” ( Col. 1:29 , RVA 2000).
Sentaron juntos a un hombre y una mujer en un programa de entrevistas. Ambos habían experimentado la pérdida de un hijo. El hijo de la mujer había sido asesinado veinte años antes, y su enojo y su amargura eran tan grandes como siempre. La actitud del hombre era totalmente diferente. Su hija había sido asesinada por terroristas pocos años antes. Él habló de perdón para los asesinos y sobre cómo Dios había transformado su dolor. Aunque el dolor era terrible, este hombre se convirtió en una ilustración de cómo Dios puede brindar sanidad en los momentos más oscuros de la vida.
¿Cómo dos personas pueden responder de manera tan diferente ante una situación similar? ¿Cómo se produce el cambio espiritual en la vida de un cristiano, que le permite madurar en medio de los crisoles de la vida en vez de sentirse completamente abrumado por ellos?
Un vistazo a la semana : ¿Cuál es el papel de nuestra fuerza de voluntad en la batalla contra el yo y el pecado? ¿Cómo podemos evitar el error de permitir que nuestros sentimientos gobiernen las decisiones que tomamos? ¿Por qué debemos perseverar y no rendirnos cuando estamos en el crisol?
Comentarios Elena GW
A fin de que Dios pudiese capacitarlo para su gran obra como depositario de los sagrados oráculos, Abraham debía separarse de los compañeros de su niñez. La influencia de sus parientes e impedir amigosía la educación que el Señor intentaba dar a su siervo…
No fue una prueba ligera la que soportó a Abraham, ni tampoco fue pequeño el sacrificio que se requirió de él. Había fuertes vínculos que le ataban a su tierra, a sus padres ya su hogar. Pero no vaciló en obedecer al llamamiento…
Muchos resultaron ser probados como lo fue Abraham. No oyen la voz de Dios hablándoles directamente desde el cielo; pero, en cambio, son llamados mediante las enseñanzas de su Palabra y los acontecimientos de su providencia. Se les puede pedir que abandonen una carrera que promete riquezas y honores, que dejen afables y provechosas amistades, y que se separen de sus parientes, para entrar en lo que parezca ser solo un sendero de abnegación, trabajos y sacrificios… [Él] los llama para que se aparten de las influencias y los auxilios humanos, y les hace sentir la necesidad de su ayuda, y de depender solo de Dios, para que él mismo pueda revelarse a ellos (Historia de los patriarcas and profetas, pp. 118, 119).
¿Por qué ocupa la religión tan poco de nuestra atención mientras que el mundo obtiene la fuerza del cerebro, de los huesos y de los músculos? Es porque toda la fuerza de nuestro ser se dedica a ello. Nos hemos preparado para dedicarnos con fervor y poder a los negocios mundanos hasta el punto que ahora es fácil para la mente inclinarse en este sentido. Esta es la única razón que nos explica por qué los creyentes encuentran tan difícil la vida religiosa y tan fácil la vida mundana. Las facultades han sido educadas para ejercer su fuerza en esa dirección. En la vida religiosa se han aceptado las verdades de la Palabra de Dios, pero no se las ha ilustrado en forma práctica en la vida.
El cultivo de los pensamientos religiosos y sentimientos de devoción no es hecho parte de la educación. Deberían influir en el ser entero y regirlo completamente. El habito de hacer lo recto es lo que se necesita. Se obra intermitentemente bajo influencias favorables; pero el pensar natural y fácilmente en las cosas divinas no es el principio que rige la mente (Testimonios para la iglesia, t. 2, p. 238).
Es mediante pruebas estrictas y reveladoras cómo Dios disciplina a sus siervos. Él ve que algunos tienen aptitudes que pueden usar en el progreso de su obra, y los somete a pruebas. En su providencia, los coloca en situaciones que prueban su carácter, y revelan defectos y debilidades que estaban ocultos para ellos mismos. Les da la oportunidad de corregir estos defectos, y de preparar para su servicio. Les muestra sus propias debilidades, y les enseña a depender de él; pues él es su única ayuda y salvaguardia… Cuando Dios los llama a obrar, están listos, y los ángeles pueden ayudars en la obra que debe hacerse en la tierra (Historia de los patriarcas y profetas, pp. 122, 123).