LECCION 13

  • Categoría: ESCUELA SABATICA 1-21
  • Publicado el Domingo, 28 Marzo 2021 13:13
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Lección 13 Edicion Adultos: “El nuevo nacimiento del planeta Tierra” Para el 27 de Marzo de 2021

Primer trimestre (enero-marzo) de 2021

“El nuevo nacimiento del planeta Tierra”

Leccion 13 :- Para el 27 de Marzo de 2021

Sábado 20 de marzo

Lee Para el Estudio de esta Semana: Isaías 65:17–2566:1–1966:19–2166:2166:22–24.

Para Memorizar: “Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva tierra; y de lo primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento” (Isa. 65:17).

Un día, un niño de doce años que acababa de leer un libro sobre astronomía se negó a ir a la escuela. Su madre llevó al niño al médico de familia, quien le preguntó:

Billy, ¿qué te pasa? ¿Por qué ya no quieres estudiar ni ir a la escuela?

Porque, doctor –dijo–, leí en este libro de astronomía que un día el Sol se quemará y toda la vida de la Tierra se desvanecerá. No veo ninguna razón para hacer nada si, al final, todo se extinguirá.

¡Eso no te incumbe! ¡No es asunto tuyo! –exclamó la madre, histérica.

Pero, Billy –le dijo el médico con una sonrisa–, no tienes que preocuparte, porque para cuando eso suceda, todos estaremos muertos de todos modos.

Por supuesto, ese es parte del problema: finalmente, de todos modos morimos.

Afortunadamente, nuestra existencia no tiene que terminar en la muerte. Al contrario, se nos ha ofrecido vida, vida eterna, en un mundo renovado.

 

Domingo 21 de marzo:

Cielos nuevos y tierra nueva (Isa. 65:17-25)

Lee Isaías 65:17 al 25. ¿Qué tipo de restauración promete el Señor?

Dios promete una nueva creación, y comienza con estas palabras: “Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva tierra; y de lo primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento” (Isa. 65:17). En esta notable profecía, el Señor promete “tra[er] a Jerusalén alegría, y a su pueblo gozo” (65:18). En la ciudad no habrá más llanto (65:19). La gente normalmente vivirá bastante más de un siglo antes de morir (65:20). Su trabajo y sus hijos subsistirán para que ellos disfruten (65:21–23). Dios les responderá incluso antes de que llamen (65:24).

Si bien esto es bueno, ¿por qué no es una escena de nuestra restauración final, nuestra esperanza final?

Por ahora tenemos una escena de una vida larga y tranquila en la Tierra Prometida. Pero a pesar de que la gente viva más, aún muere. ¿Dónde está la transformación radical de la naturaleza que esperamos con la creación de “nuevos cielos” y una “nueva tierra”? El siguiente versículo nos dice: “El lobo y el cordero serán apacentados juntos, y el león comerá paja como el buey; y el polvo será el alimento de la serpiente. No afligirán, ni harán mal en todo mi santo monte, dijo Jehová” (Isa. 65:25).

Para que los carnívoros como los leones se vuelvan vegetarianos se requiere mucho más que una clase de cocina vegetariana. Se necesita una nueva creación para restaurar el mundo a su estado ideal, como era antes de que el pecado en el Edén introdujera la muerte.

Aquí, en Isaías 65, Dios presenta la creación de “nuevos cielos” y una “nueva tierra” como un proceso, una serie de pasos, que comienza con la reconstrucción de Jerusalén. Compara Isaías 11, donde el Mesías traería justicia (Isa. 11:1–5). Luego, finalmente, habrá paz en el “santo monte” mundial de Dios. Las imágenes que se utilizan en Isaías 11 son similares a las que se encuentran en Isaías 65: “Morará el lobo con el cordero […] y el león como el buey comerá paja” (11:6, 7). Aunque el “santo monte” del Señor comenzaría con el Monte Sión de Jerusalén, este era solo un precursor, un símbolo de lo que Dios promete hacer, en última instancia, en un mundo nuevo con su pueblo redimido.

Supongamos que, en lugar de vivir 60, 70, 90 o incluso 100 años, la mayoría de la gente viviera un millón de años o más. ¿Por qué aun así no se resolvería el problema fundamental de la humanidad? ¿Por qué la vida eterna es la única respuesta a nuestras más profundas necesidades humanas?

 

Lunes 22 de marzo:

“Imán” divino (Isa. 66:1-19)

Lee Isaías 66:1 al 19. Teniendo en cuenta la época en que Isaías escribió, ¿cuál es el mensaje básico que da aquí?

A través del profeta, Dios reitera el llamado y la advertencia que impregna el libro: Dios salvará y restaurará a los humildes que tiemblan ante su Palabra (Isa. 66:25). Como en Isaías 40:1, los consolará (66:13). Pero destruirá a los que se rebelen contra él. Esto incluye a los hipócritas que practican rituales, cuyos sacrificios él rechaza (66:3, 4; comparar con 1:10–15), así como a quienes odian y rechazan a los fieles de Dios (66:5). También incluye a quienes practican abominaciones paganas (66:17) como las que se practicaban incluso en el Templo de Jerusalén (Eze. 8:7–12).

Lee Isaías 66:3 detenidamente. ¿Qué dice este versículo? ¿Qué principios espirituales se revelan? ¿Cómo podría expresarse la misma idea, pero en el contexto del cristianismo y la adoración contemporáneos?

¿En qué medida Dios actúa como un imán para atraer a las naciones a sí mismo? Isaías 66:1819.

Después de la destrucción de sus enemigos (66:14–17), Dios revela su gloria para que se convierta en un imán para atraer a la gente a Jerusalén (comparar con 2:2–4). Él establece una “señal” entre ellos, que no se especifica aquí, pero aparentemente se refiere a la señal mencionada por última vez por Isaías: Dios da alegría y paz a su pueblo y restaura su tierra (Isa. 55:1213). Cuando revela su gloria al restaurar a su pueblo después de la destrucción, esta es una señal de su favor restaurado, así como dio a Noé la señal del arco iris después del diluvio (Gén. 9:13-17).

Lee Isaías 66:5. ¿Qué significa “temblar” ante su Palabra? ¿Por qué quiere el Señor que temblemos frente a su Palabra? Si tú no tiemblas, ¿qué podría significar eso sobre la condición de tu corazón?

 

Martes 23 de marzo:

Líderes misioneros y de adoración (Isa. 66:19-21)

¿Cuál es el significado de los sobrevivientes que traen gente de las naciones como una ofrenda a Jehová? Isaías 66:1920.

Dios envía sobrevivientes de su destrucción a los confines de la Tierra, a la gente que no conoce a Dios, “y publicarán mi gloria entre las naciones” (Isa. 66:19). Esta es una de las declaraciones más claras del Antiguo Testamento sobre el tema de acción misionera. En otras palabras, no solo habrá gente que se sentirá atraída hacia la nación hebrea, sino además algunos de los hebreos irán a otras naciones y les enseñarán acerca del Dios verdadero; un paradigma que es explícito en el Nuevo Testamento. Aunque hubo obra misionera judía entre la época del regreso del exilio y la época de Cristo (Mat. 23:15), los primeros cristianos difundieron el evangelio en forma rápida y a gran escala (Col. 1:23).

Así como los israelitas llevaban ofrendas de grano a Jehová en su Templo, los misioneros le llevarían una ofrenda. Pero su ofrenda sería “todos vuestros hermanos de entre todas las naciones” (Isa. 66:20). Así como las ofrendas de granos eran regalos para Dios que no se sacrificaban, los conversos traídos al Señor le serían presentados como “sacrificio vivo” (comparar con Rom. 12:1). Con respecto a la idea de que la gente podría ser presentada como una especie de ofrenda a Dios, ten en cuenta la dedicación mucho más antigua de los levitas como “ofrenda de los hijos de Israel, y servirán en el ministerio de Jehová” (Núm. 8:11).

¿Cuál es la importancia de la promesa de Dios de escoger “de ellos para sacerdotes y levitas” (Isa. 66:21)?

El “ellos” en el versículo 21 se refiere a “vuestros hermanos de entre todas las naciones” en el versículo anterior. Estos son gentiles, algunos de los cuales Dios elegiría como conductores de adoración, junto con los sacerdotes y levitas. Este es un cambio revolucionario. Dios previamente había autorizado que solo los descendientes de Aarón sirvieran como sacerdotes y únicamente a otros miembros de la tribu de Leví para ayudarlos. Los gentiles no podían literalmente convertirse en descendientes de Aarón o de Leví, pero Dios autorizaría a algunos a servir en estas funciones, que previamente estaban prohibidas incluso para la mayoría de los judíos.

Lee 1 Pedro 2:9 y 10. ¿A quién escribe Pedro? ¿Qué le dice? ¿Qué mensaje tiene para cada uno de nosotros, como miembros de una “nación santa” hoy? ¿Nos está yendo mejor que a los destinatarios originales (Éxo. 19:6)?

 

Miércoles 24 de marzo:

Comunidad de fe (Isa. 66:21)

Los israelitas eran “un reino de sacerdotes y gente santa” (Éxo. 19:6), con sacerdotes especiales apartados para representarlos como líderes de adoración. Pero en el futuro, algunos gentiles se convertirían en conductores de adoración (Isa. 66:21).

¿Cómo afectaría este cambio a la comunidad de fe renovada? Ver Mateo 28:19Hechos 26:20Gálatas 3:28Colosenses 3:111 Timoteo 3:16.

En el “nuevo orden mundial” de Dios, los gentiles no solo se unirían al pueblo de Dios, sino además estarían en pie de igualdad con los judíos en una comunidad combinada de fe que sería un “real sacerdocio”. Por lo tanto, la distinción entre judíos y gentiles se volvería prácticamente irrelevante.

¿Cuándo se cumplió esta profecía de Isaías?

Pablo, el misionero a los gentiles, proclamó: “Ya no hay judío ni griego […] porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa” (Gál. 3:2829).

Convertirse en herederos de la promesa y, por lo tanto, en un “real sacerdocio” exaltado, no era un mandato para un elitismo arrogante, sino una comisión para unirse a los judíos en la proclamación de “las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable” (1 Ped. 2:9, NVI; comparar con Isa. 66:19).

La exaltación de los gentiles no daba derecho a los judíos para quejarse de que Dios era injusto al darles la misma recompensa. Tampoco daba derecho a los gentiles a tratar a sus hermanos judíos con falta de respeto, así como los obreros contratados en las primeras horas del día tampoco deberían menospreciar a los contratados más tarde (ver Mat. 20:1–16). Los judíos fueron los primeros a los “que les [fue] confiada la palabra de Dios” (Rom. 3:2) como el canal de revelación de Dios. Pablo escribió a los gentiles: “Pues si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo olivo silvestre, has sido injertado en lugar de ellas, y has sido hecho participante de la raíz y de la rica savia del olivo, no te jactes contra las ramas” (Rom. 11:1718).

A la luz de la Cruz, a la luz de la comisión evangélica, ¿por qué cualquier clase de elitismo espiritual, étnico o incluso político es tan aborrecible a la vista de Dios? Mírate de cerca. ¿Estás albergando algún sentimiento de superioridad espiritual o étnica? Si es así, ¡arrepiéntete!

 

Jueves 25 de marzo:

“Así permanecerá vuestra descendencia y vuestro nombre” (Isa. 66:22-24)

Lee Isaías 66:22. ¿Qué nos dice el versículo? ¿Qué esperanza podemos encontrar aquí?

Una de las promesas más maravillosas de Isaías se encuentra en Isaías 66:22. Léelo con atención. En los cielos nuevos y la Tierra Nueva, nuestra descendencia y nuestro nombre permanecerán para siempre. Nada de borrar, cortar, injertar, arrancar o eliminar de raíz. Tenemos aquí una promesa de vida eterna en un mundo nuevo: un mundo sin pecado, sin muerte, sin sufrimiento, un cielo nuevo y una Tierra Nueva, el cumplimiento final y completo de nuestra fe cristiana, la consumación de lo que Cristo había logrado en nuestro favor en la Cruz.

¿Por qué hay lunas nuevas junto con los días de reposo en la representación de los nuevos cielos y la nueva tierra como se presenta en Isaías 66:23, NVI?

Aunque hay varias maneras diferentes de ver este texto difícil, una aproximación es esta: Dios creó el sábado antes de que existiera el sistema de sacrificios (Gén. 2:23). Así, aunque en el sistema ritual se guardaba el sábado, este no dependía de él. Por lo tanto, el día de reposo sigue sin interrupciones durante todo el período de restauración en la nueva tierra. No hay indicios en la Biblia de que las lunas nuevas fueran días legítimos de adoración al margen del sistema de sacrificios. Pero quizá serán días de adoración (aunque no necesariamente días de descanso como los días de reposo semanales) en la nueva tierra, posiblemente en relación con el ciclo mensual del árbol de la vida (Apoc. 22:2).

Cualquiera que sea el significado específico de Isaías 66:23, el aspecto fundamental parece ser que el pueblo de Dios lo adorará por toda la eternidad.

¿Por qué Isaías termina con la escena negativa de los salvados contemplando los cadáveres de los rebeldes destruidos por Dios (Isa. 66:24)?

Como una advertencia gráfica para la gente de su época, Isaías resume el contraste entre los fieles sobrevivientes de la destrucción de Babilonia y los rebeldes, que serían destruidos. Este no es un tormento eterno: los rebeldes están muertos; murieron por el “fuego”, una destrucción que no se apagó hasta que hizo su trabajo para que pudiera comenzar la reconstrucción de Jerusalén.

La advertencia de Isaías apunta a un cumplimiento final profetizado en el libro de Apocalipsis: la destrucción de los pecadores, Satanás y la muerte misma en un lago de fuego (Apoc. 20), después del cual habrá “un cielo nuevo y una tierra nueva”, una “nueva Jerusalén” santa, y no más llanto ni dolor, “porque las primeras cosas pasaron” (Apoc. 21:1–4; comparar con Isa. 65:17–19), una nueva existencia, con vida eterna para todos los redimidos de la Tierra.

 

Viernes 26 de marzo

Para Estudiar y Meditar:

Con respecto a la purificación final de pecado en el planeta Tierra, lee Elena de White, El conflicto de los siglos, “El fin del conflicto”, pp. 720-737.

“Y a medida que transcurran los años de la eternidad, traerán consigo revelaciones más ricas y aún más gloriosas respecto de Dios y de Cristo. Así como el conocimiento es progresivo, así también el amor, la reverencia y la dicha irán en aumento. Cuanto más aprendan los hombres acerca de Dios, tanto más admirarán su carácter. A medida que Jesús les descubra la riqueza de la redención y las proezas asombrosas en el gran conflicto con Satanás, los corazones de los redimidos se estremecerán con devoción siempre más ferviente, y con arrebatador gozo tocarán sus arpas de oro; y miríadas de miríadas y millares de millares de voces se unirán para engrosar el potente coro de alabanza.

“ ‘Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos’ (Apoc. 5:13).

“El gran conflicto ha terminado. Ya no hay más pecado ni pecadores. Todo el universo está limpio. Una misma pulsación de armonía y júbilo late a través de la vasta creación. Del Ser que todo lo creó manan vida, luz y contentamiento por toda la extensión del espacio infinito. Desde el átomo más imperceptible hasta el mundo más grande, todas las cosas, animadas e inanimadas, declaran, en su belleza sin mácula y en gozo perfecto, que Dios es amor” (CS 736, 737).

 

Preguntas para Dialogar:

  1. ¿Por qué la promesa de vida eterna en un cielo nuevo y una Tierra Nueva es tan básica para nuestra creencia cristiana? ¿De qué serviría nuestra fe sin esa promesa?
  2. Lee 2 Pedro 3:10 al 14. ¿Cómo reflejan estos versículos la misma idea presentada en Isaías 66?

Resumen: Isaías presenta una visión de alcance asombroso. Dios no solo purificaría y restauraría a su comunidad de fe, sino también ampliaría sus fronteras hasta abarcar a todas las naciones. Finalmente, la nueva creación de su comunidad conduciría a la reconstrucción del planeta Tierra, donde su presencia sería el máximo consuelo de su pueblo.

LECCION 12

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  • Publicado el Domingo, 28 Marzo 2021 13:12
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Lección 12 Edicion Adultos: “El Deseado de todas las gentes” Para el 20 de Marzo de 2021

Primer trimestre (enero-marzo) de 2021

“El Deseado de todas las gentes”

Leccion 12 :- Para el 20 de Marzo de 2021

Sábado 13 de marzo

Lee Para el Estudio de esta Semana: Isaías 5959:15–2160:126161:2.

Para Memorizar: “Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento” (Isa. 60:3).

“Debemos aprender en la escuela de Cristo. Solo su justicia puede darnos derecho a una de las bendiciones del pacto de la gracia. Durante mucho tiempo hemos deseado y procurado obtener esas bendiciones, pero no las hemos recibido porque hemos fomentado la idea de que podríamos hacer algo para hacernos dignos de ellas. No hemos apartado la vista de nosotros mismos, ni creído que Jesús es un Salvador viviente. No debemos pensar que nos salvan nuestra propia gracia y nuestros méritos; la gracia de Cristo es nuestra única esperanza de salvación. El Señor promete mediante su profeta: ‘Deje el impío su camino y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia; al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar’ (Isa. 55:7). Debemos creer en la promesa en sí, y no aceptar un sentimiento como si fuera fe. Cuando confiemos plenamente en Dios, cuando descansemos sobre los méritos de Jesús como en un Salvador que perdona los pecados, recibiremos toda la ayuda que podamos desear” (FO 35).

Esta semana podremos ver más de esta gran verdad según se revela en los escritos del profeta Isaías.

 

Domingo 14 de marzo:

Los efectos del pecado (Isa. 59)

En Isaías 58:3 el pueblo le preguntó a Dios: “¿Por qué, dicen, ayunamos, y no hiciste caso; humillamos nuestras almas, y no te diste por entendido?”

En cambio, Isaías 59:1 sugiere otra pregunta, algo así como: “¿Por qué pedimos que la mano del Señor nos salve, pero él no nos salva? ¿Por qué clamamos a él, pero él no escucha?” Isaías responde que Dios es capaz de salvar y escuchar (Isa. 59:1). Sin embargo, el hecho de que él no lo haga es una cuestión totalmente distinta.

Lee Isaías 59:2. ¿Qué mensaje se da aquí que responde a la pregunta de Isaías 59:1?

Dios decide “ignorar” a su pueblo, no porque ese sea su deseo, sino porque “vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios” (Isa. 59:2). Esta es una de las declaraciones más claras en la Biblia con respecto al efecto del pecado en la relación divino-humana. Isaías dedica el resto del capítulo 59 a explicar este asunto, que está presente en toda la historia humana: el pecado puede destruir nuestra relación con el Señor y, por lo tanto, conducir a nuestra ruina eterna, no porque el pecado aleje a Dios de nosotros sino que nos aleja a nosotros de Dios.

Lee Génesis 3:8. ¿Cómo revela este ejemplo el principio expresado en el párrafo anterior?

El pecado es principalmente un rechazo de Dios, un alejamiento de él. El acto de pecar en realidad se retroalimenta porque no solo es un distanciamiento de Dios, sino además el resultado del acto hace que el pecador se aleje aún más del Señor. El pecado nos separa de Dios, no porque Dios no se acerque al pecador (de hecho, toda la Biblia, básicamente, relata que Dios está tratando de salvar a los pecadores) sino porque el pecado hace que rechacemos sus propuestas divinas hacia nosotros. Por eso es tan importante que no toleremos ningún pecado en nuestra vida.

¿De qué manera experimentaste la realidad de que el pecado causa una separación de Dios? En tu experiencia, ¿cuál es la única solución al problema?

 

Lunes 15 de marzo:

¿Quién es perdonado? (Isa. 59:15-21)

Isaías 59 presenta un panorama alarmante del problema del pecado. Afortunadamente, la Biblia también presenta la esperanza de la redención.

Para comenzar, la primera pregunta es: ¿Cuántos de nosotros hemos pecado? La Biblia es inequívoca: todos. Por lo tanto, la redención no puede basarse en la falta de pecado; debe basarse en el perdón (Jer. 31:34). Pablo concuerda: todos pecaron (Rom. 3:9–2023); entonces, no puede haber distinción sobre esa base (Rom. 3:22). Los que son justificados pueden ser juzgados como justos, únicamente porque reciben por fe el don de la justicia de Dios mediante el sacrificio de Cristo.

Lee Romanos 3:21 al 24. ¿Qué nos dicen estos versículos sobre cómo somos salvos? ¿Qué esperanza deberían darnos en el Juicio?

La mayoría piensa que la pregunta en el Juicio es: ¿Quién pecó? Pero esa no es la pregunta que debiera hacerse, porque todos pecaron. La pregunta es: ¿Quién es perdonado? Dios es justo cuando justifica “a los que tienen fe en Jesús” (Rom. 3:26, NVI). El factor decisivo en el Juicio es: ¿Quién recibió y sigue recibiendo el perdón por tener fe en Jesús?

Es cierto que somos juzgados por las obras, pero no en el sentido de que las obras nos salvan. Si fuese así, entonces la fe no sería necesaria (Rom. 4:14). Al contrario, nuestras obras revelan si realmente hemos sido salvados (Sant. 2:18).

¿Por qué las obras no pueden salvarnos, ya sea ahora o en el Juicio? Ver Romanos 3:2023.

Es demasiado tarde para que las buenas obras, o la obediencia a la Ley, rediman a alguien. El propósito de la Ley en un mundo pecaminoso no es salvar sino señalar el pecado. En cambio, “la fe que obra por el amor” (Gál. 5:6), amor que el Espíritu de Dios derrama en el corazón (Rom. 5:5), demuestra que una persona tiene fe viva en Jesús (ver además Sant. 2:26).

Las obras son una expresión externa, la manifestación humana de una fe salvadora. Por lo tanto, una verdadera experiencia cristiana es aquella en la que la fe se expresa en un compromiso diario con el Señor, que a su vez se revela mediante la obediencia a la Ley. En el Juicio, Dios se vale de las obras como evidencias para sus criaturas que no pueden leer los pensamientos de fe como él. Pero para la persona convertida, solo las obras posteriores a la conversión, cuando Cristo y el Espíritu Santo fortalecen su vida, son relevantes en el Juicio. La vida de pecado anterior a la conversión ya ha sido lavada por la sangre del Cordero (ver Rom. 6).

 

Martes 16 de marzo:

Llamado universal (Isa. 60:12)

¿De qué habla Isaías 60:1 y 2? ¿Qué principio ves que obra allí que se manifiesta en toda la Biblia? ¿Qué esperanza ofrece?

En Isaías 60:1 y 2 se nos brinda una imagen de la liberación del pueblo de Dios, después del exilio, expresada con la descripción de Dios que crea luz de la oscuridad y apunta hacia el cumplimiento final de la salvación por medio de Cristo.

En Isaías 60:3, ¿a qué luz acuden las naciones y los reyes?

En hebreo, esta personaje es femenino singular (ver además Isa. 60:1 y 2). Debe ser “Sión”, personificada como una mujer, que se menciona casi al final del capítulo anterior (Isa. 59:20). Entonces, los pueblos de la Tierra, que están cubiertos de tinieblas, vendrán a Sión. Serán atraídos por la luz de la gloria de Dios que ha surgido sobre ella (Isa. 60:2). “Se convoca a Sión para que entre en la luz que es suya, para luego observar y reaccionar ante las naciones mientras se reúnen a la misma luz” (J. A. Motyer, The Prophecy of Isaiah: An Introduction and Commentary, p. 494). Fíjate que aunque Sión es Jerusalén, se hace más hincapié en la gente que en la ubicación física de la ciudad.

El resto de Isaías 60 desarrolla el tema presentado en los versículos 1 al 3: la gente del mundo siente atracción por Jerusalén, que es bendecida por la gloriosa presencia de Dios.

¿Cómo se compara esta profecía con la promesa del pacto de Dios a Abraham? Génesis 12:23. ¿No están diciendo lo mismo?

Dios tenía un propósito universal cuando eligió a Abraham y sus descendientes: a través de Abraham, todas las familias de la Tierra serían bendecidas (Gén. 12:318:1822:18). Así, el pacto de Dios con Abraham finalmente fue un pacto con toda la humanidad a través de Abraham. Él y sus descendientes serían el canal de la revelación de Dios para el mundo.

Isaías trató de restablecer a su pueblo a su destino antiguo y universal. Como representantes del Dios verdadero, eran responsables no solo de sí mismos sino del mundo. Debían acoger a los extranjeros en busca de Dios (ver además Isa. 56:3–8), porque su Templo sería llamado “casa de oración para todos los pueblos” (Isa. 56:7).

En este contexto, ¿cómo entiendes el papel de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, o más específicamente, tu papel individual en esa iglesia?

 

Miércoles 17 de marzo:

“El año de la buena voluntad de Jehová” (Isa. 61:2)

¿Quién es el que habla en Isaías 61:1?

El Espíritu de Dios está sobre este ungido, lo que significa que él es un mesías o el Mesías. Su cometido es “predicar buenas nuevas a los abatidos”, “vendar a los quebrantados de corazón”, “publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel” (Isa. 61:1). ¿A quién se asemeja? Compara con Isaías 42:1 al 7, donde se describe al Siervo de Dios en términos muy similares.

Isaías 61:2 habla del “año de la buena voluntad de Jehová”. El Mesías, que es ungido como Rey y Libertador davídico, proclama un año especial de favor divino en el momento en que proclama la libertad. Compara con Levítico 25:10, donde Dios ordena a los israelitas que proclamen la libertad en el año cincuenta, que es santo: “Ese año os será de jubileo, y volveréis cada uno a vuestra posesión, y cada cual volverá a su familia”. Esto significa que los que se habían visto obligados a vender sus tierras ancestrales o a convertirse en siervos para sobrevivir en tiempos difíciles (Lev. 25:25–55) reclamarían sus tierras y su libertad. Debido a que el año del jubileo comenzaba con el sonido de una trompeta en el Día de la Expiación (Lev. 25:9), hemos mencionado este pasaje antes en relación con Isaías 58.

Si bien “el año de la buena voluntad de Jehová” de Isaías 61:2 es una especie de año jubilar, no es simplemente una observancia de Levítico 25. Este año es anunciado por el Mesías, el Rey, al revelarse a sí mismo mediante su ministerio de liberación y restauración. Esto guarda similitud con la actitud de algunos antiguos reyes mesopotámicos que promovían la benevolencia social al proclamar la eximición de las deudas durante los primeros años de sus reinados. El ministerio del Mesías va mucho más allá del alcance de la ley de Levítico 25. No solo proclama “libertad a los cautivos”, sino también venda a los quebrantados de corazón, consuela a los que lloran y los restaura (Isa. 61:1-11). Asimismo, además de “el año de la buena voluntad de Jehová”, proclama “el día de venganza del Dios nuestro” (Isa. 61:2).

¿Cuándo se cumplió la profecía de Isaías? (ver Lucas 4:16 al 21). El ministerio de Jesús, ¿en qué medida cumplió esto? Además, hazte esta pregunta importante: nosotros, obviamente, no somos Jesús. Pero debemos representarlo ante el mundo. ¿Cuáles son las cosas que hace el Mesías, según se expresan en Isaías 61:1 al 3, que nosotros, con nuestras capacidades limitadas, deberíamos estar haciendo también? ¿Y cuáles son algunas de las formas prácticas en que podemos hacer estas cosas?

 

Jueves 18 de marzo:

“El día de venganza del Dios nuestro” (Isa. 61:2)

En medio de todas las buenas noticias, ¿por qué el Mesías, según se muestra en Isaías 61, proclama la venganza de Dios? ¿Cuándo se cumple esta profecía?

En Nazaret, Jesús, el Mesías, leyó Isaías 61 hasta la frase “proclamar el año de la buena voluntad de Jehová” (Isa. 61:2Luc. 4:19). Luego se detuvo y dijo: “Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros” (Luc. 4:21). Por ende, evitó deliberada y específicamente leer las siguientes palabras del mismo versículo: “el día de venganza del Dios nuestro” (Isa. 61:2). En tanto que su ministerio de buenas nuevas, libertad y consuelo comenzaba a liberar a los cautivos de la tiranía de Satanás, el día de la venganza aún no había llegado. En Mateo 24 (comparar con Mar. 13Luc. 21), predijo a sus discípulos que los juicios divinos vendrían en el futuro.

De hecho, en Isaías 61, el día de la venganza de Dios es el “día grande y espantoso de Jehová” (Joel 2:31Mal. 4:5), que se cumplirá cuando Cristo venga nuevamente para liberar al planeta Tierra de la injusticia al derrotar a sus enemigos y liberar al remanente oprimido de su pueblo (Apoc. 19; comparar con Dan. 2:4445). Por lo tanto, aunque Cristo anunció el comienzo del “año de la buena voluntad de Jehová”, su culminación es en su Segunda Venida.

¿Cómo concilias la noción de un Dios de amor con un Dios que también promete venganza? ¿Son incompatibles estas ideas? ¿O entiendes la venganza como una manifestación de ese amor? Si es así, ¿cómo es eso? Explica tu respuesta.

Aunque Jesús nos ha dicho que pongamos la otra mejilla (Mat. 5:39), en otros lugares dejó muy en claro que se impondrá justicia y castigo (Mat. 8:12). Aunque Pablo nos dice que “ninguno pague a otro mal por mal” (1 Tes. 5:15), también dijo que cuando el Señor se revele desde el cielo, como una llama ardiente “traerá juicio sobre los que no conocen a Dios” (2 Tes. 1:8, NTV).

La diferencia, por supuesto, es que el Señor, en su infinita sabiduría y misericordia, solo puede administrar justicia y venganza de una manera completamente justa. La justicia humana, la venganza humana, contiene todas las fallas, debilidades e inconsistencias de la humanidad. La justicia de Dios, por supuesto, no tendrá ninguna de esas limitaciones.

¿Cuál de los siguientes incidentes te haría más propenso a querer ver venganza contra alguien que hace el mal? (1) Una persona que lastima a alguien que tú no amas o (2) Una persona que lastima a alguien que tú amas. ¿Cómo nos ayuda esto a comprender mejor el vínculo entre el amor de Dios por nosotros y las advertencias de venganza?

 

Viernes 19 de marzo

Para Estudiar y Meditar:

Lee Elena de White, Patriarcas y profetas, pp. 393-396; y también El Deseado de todas las gentes, “¿No es este el hijo del carpintero”, pp. 203-210.

“Jesús estaba delante de la gente como un exponente vivo de las profecías concernientes a él mismo. Explicando las palabras que había leído, habló del Mesías como un aliviador del oprimido, liberador de los cautivos, sanador de los afligidos, restaurador de la vista a los ciegos y revelador de la luz de la verdad al mundo. Su actitud impresionante y el maravilloso significado de sus palabras conmovieron a los oyentes con un poder que nunca antes habían sentido. El flujo de la influencia divina quebrantó toda barrera; como Moisés, contemplaban al Invisible. Mientras sus corazones estaban movidos por el Espíritu Santo, respondieron con fervientes amenes y alabanzas al Señor” (DTG 204).

“El día de la venganza de Dios vendrá; [será] el día del furor de su ira. ¿Quién soportará el día de su venida? Los hombres han endurecido su corazón contra el Espíritu de Dios, pero las flechas de su ira penetrarán donde los dardos de la convicción no pudieron. Antes de mucho Dios se levantará para ocuparse del pecador. El falso pastor, ¿protegerá al transgresor en ese día? ¿Hallará excusa el que se unió a la multitud en la senda de desobediencia? La popularidad o la cantidad, ¿harán inocente a alguien? Estas son preguntas que los negligentes e indiferentes deberían considerar y responder por sí mismos” (FO 33).

 

Preguntas para Dialogar:

Un pastor adventista del séptimo día declaró reflexivamente que el problema número uno en su ministerio es la exclusividad de los miembros de la iglesia, que no quieren que otros se unan a ellos. ¿Cómo pueden los “cristianos” llevar el amor, la esperanza y las buenas nuevas del Reino de Cristo a todo el mundo para que otros puedan tener la oportunidad de ser salvos antes de que llegue el fin (Mat. 24:14), cuando ni siquiera quieren aceptar gente que hace todo lo posible por asistir a su iglesia?

LECCION 10

  • Categoría: ESCUELA SABATICA 1-21
  • Publicado el Domingo, 28 Marzo 2021 13:10
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Lección 10 Edicion Adultos: “Lograr lo impensable” Para el 6 de Marzo de 2021

Primer trimestre (enero-marzo) de 2021

“Lograr lo impensable”

Leccion 10 :- Para el 6 de Marzo de 2021

Sábado 27 de febrero

Lee Para el Estudio de esta Semana: Isaías 50:4–1052:13–53:1253:3–953:10–12.

Para Memorizar: “Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados” (Isa. 53:5).

Lough Fook, un cristiano chino, tuvo compasión de sus compatriotas que se habían vuelto esclavos en las minas africanas. Quería darles la esperanza del evangelio, pero ¿cómo podría tener acceso a ellos? Su solución fue venderse por un período de cinco años como esclavo. Fue transportado a Demerara, donde trabajó en las minas y les habló a sus compañeros de trabajo acerca de Jesús.

Lough Fook murió, pero no antes de que doscientas personas fueran liberadas de la desesperanza al aceptar a Jesús como su Salvador.

¡Qué increíble sacrificio personal por el bien de los demás! ¡Qué ejemplo!

Al hacer lo impensable, es decir, humildemente “toma[r] forma de siervo” (Fil. 2:7), Jesús también logró lo inalcanzable: a ti, a mí y a todo el mundo sumido y perdido en el abismo del pecado.

Esta semana veremos este increíble acontecimiento profetizado cientos de años antes de que ocurriera.

 

Domingo 28 de febrero:

La verdad probatoria de Isaías (Isa. 50:4-10)

Si la única intención de Isaías hubiese sido transmitir información, habría expuesto todos los detalles sobre el Mesías de una vez. Pero para enseñar, persuadir y dar a su audiencia un encuentro con el Siervo del Señor, desarrolla una rica estructura de temas recurrentes de manera sinfónica. Despliega el mensaje de Dios por etapas para que se pueda comprender cada aspecto en relación con el resto de la imagen. Isaías es un artista cuyo lienzo es el alma de su oyente.

Lee Isaías 50:4 al 10. Resume lo que dicen estos versículos. ¿Cómo ves a Jesús en este pasaje?

En Isaías 49:7 encontramos que el siervo de Dios es menospreciado, abominado y “esclavo de gobernantes” (PDT); pero “los reyes [lo] verán y se pondrán de pie, los príncipes [lo] verán y se inclinarán” (NVI).

Aquí, en Isaías 50, vemos que el valle es más profundo para el tierno maestro cuyas palabras sostienen al cansado (Isa. 50:4). El camino a la vindicación surca el abuso físico (Isa. 50:6).
Este abuso suena mal para quienes viven en culturas occidentales modernas. Pero en una antigua cultura del Cercano Oriente, el honor era un asunto de vida o muerte para una persona y su grupo. Si alguien insultaba y maltrataba a alguien así, más le valía estar bien protegido; a la menor oportunidad, la víctima o su clan con toda seguridad tomaban represalias.

El rey David atacó y conquistó el país de Amón (2 Sam. 10:1–12) porque su rey simplemente “tomó los siervos de David, les rapó la mitad de la barba, les cortó los vestidos por la mitad hasta las nalgas, y los despidió” (2 Sam. 10:4). Pero en Isaías 50, el pueblo golpea al siervo, le arranca dolorosamente los vellos de la barba y lo escupe. Lo que hace que estos actos sean un acontecimiento internacional e intercósmico es que la víctima es el enviado del eterno Rey de reyes. De hecho, al comparar Isaías 9:6 y 7 e Isaías 11:1 al 16 con otros pasajes de “siervos”, ¡descubrimos que el siervo es el Rey, el poderoso Libertador! Pero con todo este poder y honor, por alguna razón inconcebible, ¡él no se salva a sí mismo! Esto es tan extraño que el pueblo no lo podía creer. En la cruz de Jesús, los dirigentes se burlaron de él: “A otros salvó; sálvese a sí mismo, si éste es el Cristo, el escogido de Dios” (Luc. 23:35); “A otros salvó, a sí mismo no se puede salvar; si es el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, y creeremos en él” (Mat. 27:42).

Lee Isaías 50:4 al 10. Anota los principios espirituales que aquí se representan, que deberían aplicarse a nuestra vida. Mírate a la luz de la lista que haces. ¿En qué aspectos podrías mejorar? Si estás desanimado, entonces sigue leyendo el resto de la semana.

 

Lunes Lunes 1 de marzo:

El poema del siervo sufriente (Isa. 52:13-53:12)

Isaías 52:13 al 53:12, conocido como el “Poema del siervo sufriente”, confirma la reputación de Isaías como “el profeta evangélico”. En armonía con la excelencia del evangelio, el poema se destaca por encima de otros escritos. Si bien es increíblemente corto, cada frase está repleta de un profundo significado que revela la esencia de la misión impensable de Dios para salvar a una raza inmersa en el pecado y perdida.

Esta no es la “leche” del mensaje de Isaías. Él preparó a su audiencia al presentar el tema mesiánico desde la primera parte de su libro. Al seguir el curso general de la vida del Mesías en la Tierra, el profeta comenzó con su concepción y nacimiento (Isa. 7:14); estableció su identidad como un rey davídico divino (Isa. 9:67); explicó su obra de restauración para Israel (Isa. 11:1–16) y su ministerio silencioso de liberación de la injusticia y el sufrimiento (Isa. 42:1–7). A continuación, Isaías reveló que el gran drama del Mesías incluye el contraste de la tragedia antes de la exaltación (Isa. 49:1–1250:6–10). Ahora el Poema del Siervo Sufriente sondea las profundidades de la tragedia.

Repasa los textos que se mencionan en el párrafo anterior y observa lo que nos dicen sobre el Mesías, Jesús. ¿Cómo nos ayudan a prepararnos para lo que vendrá en Isaías 52 y 53? ¿O simplemente hacen que lo que sucede en Isaías 52 y 53 sea más sorprendente?

Isaías 52:13 a 53:1 presenta el poema con un adelanto que contiene un contraste sorprendente: El Siervo prosperará y será exaltado, pero su apariencia se verá desfigurada de manera tal que resultará irreconocible. ¿Quién puede creerlo?

Isaías 53:2 y 3 inicia un doloroso descenso a partir del origen del Siervo y su aspecto normal hasta su aflicción y rechazo. Isaías 53:4 al 6 hace una pausa para explicar que su sufrimiento en realidad es nuestro castigo, que él soporta para sanarnos. Isaías 53:7 al 9 continúa con el descenso del Siervo inocente hasta la tumba.

En Isaías 53:10 al 12, el Siervo asciende hasta la excelsa recompensa prevista al comienzo del poema que se inicia en Isaías 52:13, con la idea adicional de que su sacrificio para salvar a otros es la voluntad de Dios.

Compara este poema con la estructura de “valle” de Filipenses 2:5 al 11, donde Jesús comienza en forma de Dios pero desciende al vaciarse para asumir la esclavitud de la forma humana, humillándose hasta la muerte, y la muerte más baja de todas: la muerte en una cruz. Por lo tanto, Dios lo exalta sobremanera a fin de que todos lo reconozcan como Señor (comparar con Isa. 49:7).

Lee Isaías 52:13 a 53:12. Anota todo lo que el poema dice que Jesús ha hecho por nosotros. Reflexiona sobre lo que esas acciones en nuestro favor significan para nosotros.

 

Martes 2 de marzo:

¿Quién ha creído? (Isa. 52:13-53:12)

En Isaías 52:13, el Siervo de Dios es exaltado en extremo pero, de repente, el siguiente versículo describe su apariencia tan desfigurada que no puede ser reconocido como uno de los “los hijos de los hombres”. El Nuevo Testamento describe los factores que desfiguraron la apariencia de Jesús, incluida la flagelación, una corona de espinas, la crucifixión; pero, sobre todo, el hecho de cargar con los pecados de la raza humana. El pecado nunca tuvo la condición de ser natural para los seres humanos; soportarlo hizo que el “Hijo del hombre” pareciera inhumano.

Compara esta historia con la de Job, que súbitamente descendió de una posición de gran riqueza, honor y poder a ser un lastimoso miserable sentado en el suelo en medio de cenizas, que raspaba sus dolorosas llagas con un tiesto (Job 12). El contraste era tan grande que ni siquiera los amigos de Job lo reconocieron al principio (Job 2:12). La pregunta es: ¿por qué sufre Job? ¿Por qué debe sufrir el Mesías de Dios? Ninguno de los dos lo merece. Ambos son inocentes. ¿Por qué, entonces, el sufrimiento?

Lee los versículos de hoy y anota los lugares donde aparece el tema del inocente que sufre por el culpable. ¿Cuál es el mensaje esencial para nosotros?

Presta atención a las preguntas de Isaías 53:1. Estas preguntas enfatizan el desafío de creer lo increíble (comparar con Juan 12:37–41) y nos advierten que nos sentemos por el resto de la historia. Pero las preguntas también implican una apelación. En este contexto, el paralelismo entre las dos preguntas implica que el brazo/poder de salvación del Señor (comparar con Isa. 52:10) se revela a quienes creen en el relato. ¿Quieres experimentar el poder salvador de Dios? Entonces cree en el relato.

Presta atención a Isaías 53:6. ¿Qué mensaje específico encuentras? ¿Qué te dice ese texto personalmente, que debería darte esperanza a pesar de tus pecados y fracasos pasados?

 

Miércoles 3 de marzo:

¡Los inalcanzables somos nosotros! (Isa 53:3-9)

Semejante a una planta vulnerable, aparentemente sin ningún valor especial y despreciada (Isa. 53:23): esa es la representación que aquí se nos da del Siervo Sufriente. Isaías nos ha conducido rápidamente de la juventud inocente hasta el borde del abismo. Incluso teniendo en cuenta el contexto presentado previamente, no estamos preparados en el sentido de que estamos resignados al destino del Siervo. ¡Al contrario! Isaías nos ha enseñado a apreciar al Niño que nos ha nacido, al Príncipe supremo de la paz. Otros lo desprecian, pero nosotros sabemos quién es él realmente.

Como dijo alguien: “Nos hemos encontrado con el enemigo, y somos nosotros”. El siervo no es el primero en ser despreciado, desechado o un varón de dolores. El rey David fue todo eso cuando huyó de su hijo Absalón (2 Sam. 15:30). Pero el sufrimiento que soporta este Siervo no es suyo y no deriva de su propio pecado. Tampoco lo soporta únicamente por otra persona: “Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros” (Isa. 53:6).

La respuesta a la pregunta “¿Por qué?” es la verdad probatoria de Isaías: A causa del amor de Dios, su Mesías elegiría sufrir. Pero ¿por qué? Isaías asesta el “broche de oro” para completar la verdad inconcebible: ¡Él elegía sufrir para alcanzar lo inalcanzable; y lo inalcanzable somos nosotros!

Quienes no entienden, consideran que el Siervo es “golpeado por Dios” (Isa. 53:4, NVI). Así como los amigos de Job pensaron que su pecado debió haber causado su sufrimiento, y así como los discípulos de Jesús le preguntaron “¿Quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego?” (Juan 9:2), los que vieron a Jesús en la cruz supusieron lo peor. ¿No dijo Moisés que “cualquiera que es colgado de un árbol está bajo la maldición de Dios” (Deut. 21:23, NVI; comparar con Núm. 25:4)?

Sin embargo, todo esto fue la voluntad de Dios (Isa. 53:10). ¿Por qué? Porque “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición” (Gál. 3:13). Porque Dios, “al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él” (2 Cor. 5:21).

“¡Qué precio ha sido pagado por nosotros! Contemplad la cruz y la Víctima levantada sobre ella. Mirad aquellas manos taladradas por los crueles clavos. Mirad sus pies asegurados por largos clavos al madero. Cristo cargó nuestros pecados en su propio cuerpo. Ese sufrimiento, esa agonía es el precio de vuestra redención” (ELC 224).

¡El peso, la culpa, el castigo por los pecados de todo el mundo (todos los pecados cometidos por cada pecador) cayeron sobre Cristo en la Cruz al mismo tiempo, como el único medio para salvarnos! ¿Qué nos dice esto acerca de cuán malo es el pecado, que hubo que pagar un precio tan alto para redimirnos de él? El hecho de que el Salvador haya hecho esto por nosotros, incluso a un costo tan alto, ¿qué nos dice sobre el amor de Dios?

 

Jueves 4 de marzo:

Una ofrenda de restitución transformadora (Isa. 53:10-12)

¿Qué significa que la vida del Siervo sea “entregada en ofrenda por el pecado” (Isa. 53:10, NTV)?

La palabra hebrea se refiere a una “ofrenda expiatoria o de restitución” (Lev. 5:14–6:77:1–7), que podría expiar los agravios intencionales contra otros (Lev. 6:23). Esos pecados fueron señalados por Isaías (Isa. 1-310:1258). Además, el pecador debe devolverle a la persona agraviada lo que le quitó, más una multa, antes de ofrecer el sacrificio para recibir el perdón de Dios (Lev. 6:4–7; comparar con Mat. 5:2324). En el caso de un uso indebido e involuntario de algo que pertenece a Dios, él es el receptor de la reparación (Lev. 5:16).

Ahora podemos entender Isaías 40:2, donde Dios consuela a su pueblo exiliado diciéndole que ellos han pagado suficiente compensación por sus pecados.

Pero después de la reparación, debe haber un sacrificio. Aquí está, en Isaías 53: el Siervo de Dios, en lugar de un carnero, es llevado como oveja al matadero (53:7) en favor de los que se han extraviado (53:6).

Aunque “cortado de la tierra de los vivientes” (53:8; comparar con Dan. 9:26), totalmente consumido en el sacrificio que enciende la llama de la esperanza para nosotros, el Siervo se levanta de la muerte, la tierra sin retorno, para recibir exaltación, ver a su “linaje” y prolongar sus días (53:10-12).

Busca los siguientes versículos. ¿De qué manera cada uno refleja el mismo mensaje básico que Isaías 53?

  1. Salmo 32:12
  2. Romanos 5:8
  3. Gálatas 2:16
  4. Filipenses 3:9
  5. Hebreos 2:9
  6. 1 Pedro 2:24

Si alguien te pidiera que resumas en un solo párrafo las buenas nuevas de Isaías 52:13 a 53:12, ¿qué escribirías?

 

Viernes 5 de marzo

Para Estudiar y Meditar:

“Cristo llevó nuestros pecados en su propio cuerpo, en el árbol de la cruz. […] ¿Qué debe ser el pecado, si ningún ser finito pudo hacer la expiación? ¿Cuál debe ser su maldición, cuando solamente la Deidad pudo conjurarla? La Cruz de Cristo testifica ante cada hombre, que la muerte es el castigo del pecado. […] ¿Acaso habrá algún poderoso encantamiento que retiene el sentido moral, impidiéndole ser impresionado por el Espíritu de Dios?” (NEV 46).

“La ley del gobierno de Dios había de ser magnificada con la muerte del Unigénito Hijo de Dios. Cristo llevó la culpa de los pecados del mundo. Nuestra suficiencia se encuentra únicamente en la encarnación y muerte del Hijo de Dios. Él pudo sufrir porque era sostenido por la divinidad. Pudo soportar porque estaba sin mácula de deslealtad o pecado. Cristo triunfó en favor del hombre, llevando así la justicia del castigo. Consiguió vida eterna para los hombres al paso que exaltó la ley y la hizo honorable” (MS 1:366).

 

Preguntas para Dialogar:

Isaías 53:7 al 9 desciende a las profundidades del abismo: la muerte y la sepultura del Siervo. ¿Cuántos aspectos de estos versículos se cumplieron al final de la vida de Jesús? Mateo 26:57–27:60Marcos 14:53–15:46Lucas 22:54–23:53Juan 18:12–19:42.

Fíjate en la última cita de Elena de White sobre que la muerte de Cristo magnifica la Ley. ¿Qué quiere decir ella con eso? ¿Cómo entendemos su muerte como prueba de la perpetuidad de la Ley?

Resumen: Luego de explayarse en el nacimiento, la identidad y la trayectoria del Libertador de Dios, Isaías finalmente revela la tragedia suprema que nos da esperanza: para alcanzar, salvar y sanar a los perdidos –incluidos nosotros–, el Siervo de Dios lleva voluntariamente nuestro sufrimiento y castigo.

LECCION 11

  • Categoría: ESCUELA SABATICA 1-21
  • Publicado el Domingo, 28 Marzo 2021 13:10
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Lección 11 Edicion Adultos: “Amor a cambio” Para el 13 de Marzo de 2021

Primer trimestre (enero-marzo) de 2021

“Amor a cambio”

Leccion 11 :- Para el 13 de Marzo de 2021

Sábado 6 de marzo:

Lee Para el Estudio de esta Semana: Isaías 55:1–755:6–1358:1–1258:1314.

Para Memorizar: “Y si dieres tu pan al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía” (Isa. 58:10).

Un director de cantos judío y su esposa, que vivían en Lincoln, Nebraska, comenzaron a recibir llamadas telefónicas amenazantes y obscenas. Descubrieron que las llamadas provenían de un cabecilla de un grupo discriminatorio estadounidense, el Ku Klux Klan. Al descubrir su identidad, podrían haberlo entregado a la policía. Pero optaron por un enfoque más radical. Cuando se enteraron de que era lisiado, ¡llamaron a su puerta con un pollo preparado para la cena! Él se quedó completamente atónito. El odio que sentía se deshizo ante el amor de ellos. La pareja siguió visitándolo y la amistad creció. ¡Incluso pensó en hacerse judío!

¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo? ¿No es que partas tu pan con el hambriento […]? (Isa. 58:67). Irónicamente, la pareja de Lincoln ayunó al compartir su cena con un opresor hambriento, ¡y por ende lo liberó de sus propias ataduras de prejuicio injusto!

Aprendamos más sobre este importante principio espiritual, según lo describe el profeta Isaías.

 

Domingo 7 de marzo:

¿Comprar algo gratis? (Isa. 55:1-7)

Lee este versículo: “A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed” (Isa. 55:1). ¿Qué contradicción ves aquí?

Supongamos que llevas comida y te paras en la calle de una gran ciudad y anuncias a los hambrientos y sin techo: “¡Vengan a comprar y a comer los que no tengan dinero!” (Isa. 55:1, NVI). Pero ¿cómo pueden comprar si no tienen dinero?

Sin embargo, si agregas las palabras, como lo hizo Isaías: “sin dinero y sin precio” (Isa. 55:1), la cuestión se aclara. Isaías hace un llamado a los que acepten el perdón (Isa. 55:7) libremente. Sin embargo, la palabra comprar enfatiza que lo que Dios les ofrece a las personas para satisfacer sus necesidades y deseos es valioso; en consecuencia, recibirlo requiere una transacción (transferencia de algo de valor). Dios ofrece libremente el perdón en el marco de una relación de pacto restaurada con su pueblo, pero no porque fuera gratis para él: lo compró a un precio espantoso y con sangre de su propio Siervo divino. Aunque es gratuito, el precio que él pagó fue asombroso.

¿Cuál fue el precio de nuestra salvación? Ver 1 Pedro 1:18 y 19.

El abordaje que hace Isaías de la salvación, ¿cómo se compara con el del Nuevo Testamento? Efesios 2:89.

Isaías encapsula el evangelio en el Antiguo Testamento, y es lo mismo que el evangelio en el Nuevo Testamento. Ninguna salvación por obras del “antiguo pacto” habría de ser reemplazada por la salvación por gracia del “nuevo pacto”. Desde que Dios les hizo la promesa de un Libertador a Adán y a Eva (Gén. 3:15), solo ha habido un camino a la salvación: por gracia, mediante la fe (Efe. 2:8); “El regalo que Dios da es la vida eterna por medio de Cristo Jesús nuestro Señor” (Rom. 6:23, NTV). Desde el ancestral Gilgamesh, que realizó hazañas heroicas en una vana búsqueda de la vida eterna, hasta las actrices modernas que creen en la reencarnación, la gente ha intentado toda clase de diferentes caminos hacia la salvación. Pero todos son infructuosos. Es por eso que necesitan saber acerca de Jesús y lo que él consiguió para ellos en la Cruz.

La salvación es gratuita porque no hay nada que podamos hacer para obtenerla. Nuestras obras nunca pueden ser lo suficientemente buenas como para salvarnos. Sin embargo, al mismo tiempo, nos puede costar todo. ¿Qué significa eso? Ver, por ejemplo, Mateo 10:39Lucas 9:2314:26Filipenses 3:8.

 

Lunes 8 de marzo:

Altos pensamientos y caminos (Isa. 55:6-13)

¿Por qué dice Dios que sus pensamientos y sus caminos son más altos que los nuestros, “como son más altos los cielos que la tierra” (Isa. 55:89)? ¿Qué crees que significa eso?

Indudablemente, el Dios que creó un universo en el que incluso algunas de las cosas más simples contienen misterios que nuestra mente no puede siquiera empezar a entender, es un Dios cuyos caminos están más allá de lo que podemos comenzar a percibir plenamente. En consecuencia, este conocimiento de su superioridad infinita debería ayudarnos a recibir humildemente su ayuda (ver Isa. 57:15).

Lee Isaías 55:6 al 9. ¿Cuál es el contexto en el que el Señor habla acerca de que sus caminos y pensamientos son más altos de lo que podemos imaginar? ¿Qué dice que hace que es tan difícil de entender para nosotros?

De todos los grandes misterios del universo, sin duda el más grande de todos es el plan de salvación, un misterio que apenas podemos comenzar a entender (ver Efe. 6:19). El hecho de que el Creador del universo se rebajara al revestirse de humanidad y llevar una vida de sufrimiento y trabajo duro, solo para morir en nuestro favor como sacrificio por el pecado, y todo, para poder perdonarnos y mostrarnos misericordia es una verdad que conmoverá el corazón de los seres creados de Dios por toda la eternidad.

“El tema de la redención es uno en el cual ‘anhelan mirar los ángeles’. Será la ciencia y canción de los redimidos por los siglos sin fin de la eternidad. ¿Acaso no merece ser estudiado y meditado cuidadosamente ahora?” (VAAn 303, 304).

“El tema es inagotable. El estudio de la encarnación de Cristo, su sacrificio expiatorio y su obra de mediación embargarán la mente del estudiante diligente mientras dure el tiempo; y mirando al cielo con sus innumerables años, exclamará: ‘Grande es el misterio de la piedad’ ” (PVGM 103).

Considera las cosas malas que has hecho: las personas a las que has lastimado, las palabras desagradables que pronunciaste, la manera en que decepcionaste a los demás, por no decir a ti mismo. Y, sin embargo, Jesús puede perdonarte todas estas cosas y en este momento tú puedes presentarte ante la vista de Dios como perfecto y justo. Si eso no es un misterio, ¿qué es?

 

Martes 9 de marzo:

Amigos de ayuno (Isa. 58:1-8)

¿A qué se refiere el “ayuno” en Isaías 58:3?

Este debe ser el ayuno del Día de la Expiación, el único ayuno ordenado por Dios (Lev. 16:293123:27–32). Esto se confirma en Isaías 58:3 por la expresión paralela “humillamos”, que sigue la terminología de Levítico. Humillarse/afligirse se refería a varias formas de abnegación, incluido el ayuno (comparar con Sal. 35:13Dan. 10:2312).

El contexto del Día de la Expiación explica el mandato de Dios: “Alza tu voz como trompeta” (Isa. 58:1). Este tipo de trompeta de cuerno de carnero, llamado shofar, debía hacerse sonar como recordatorio diez días antes del Día de la Expiación (Lev. 23:24). Además, cada cincuenta años, en el Día de la Expiación, era para anunciar el comienzo del año del Jubileo (Lev. 25:910; comparar con Isa. 27:13).

Lee Isaías 58:3 al 7. ¿Qué queja les presenta el Señor? ¿Qué tenía de malo su “ayuno”?

Parece que el pueblo esperaba que el Señor los felicitara por su “piedad”. Por supuesto, hacían todo al revés. Practicar la abnegación en el Día de la Expiación era expresar su gratitud y lealtad hacia Dios el día en que el sumo sacerdote acudía a Dios para purificar el Santuario y así limpiarlos de los pecados por los que ya habían sido perdonados (Lev. 16; comparar con el cap. 4). Sus actos deberían haberse realizado en agradecimiento y gratitud al Dios que los salvó en el día del juicio, no para obtener la aprobación de Dios por su “piedad” y “devoción”. Al fin y al cabo, eran los pecados del pueblo los que habían contaminado el Santuario de Dios. Había que purificarlo con sangre derramada por lo que ellos habían hecho.

Una de las lecciones concluyentes que extraemos de estos pasajes apunta a la diferencia entre ser simplemente religioso y ser un verdadero seguidor de Cristo. ¿Qué diferencia encontramos aquí? ¿En qué medida nosotros, individualmente, afrontamos este mismo peligro, que es creer que nuestros rituales religiosos de alguna manera muestran que realmente estamos siguiendo al Señor como él nos lo pide?

 

Miércoles 10 de marzo:

Lucha de ayuno (Isa. 58:1-12)

Diez días después de que las trompetas recuerdan al pueblo de Dios que el Señor es aclamado como su Rey el mismo Día de la Expiación, cuando la humildad de ellos, a través de la abnegación, confirma su lealtad a él como Rey, el profeta alza su voz como una trompeta para declarar que se están rebelando contra él (Isa. 58:1).

Lee Isaías 58:6 al 12. ¿Cuáles son los actos que Dios considera verdaderos actos de abnegación? A fin de cuentas, ¿qué es más difícil, saltearse algunas comidas o usar tu tiempo y dinero para alimentar a los sin techo de tu ciudad? ¿Cuál es el principio que se distingue detrás de estos actos? ¿En qué medida estos actos forman parte de la verdadera religión?

Cualquiera puede ser religioso; cualquiera puede participar de rituales religiosos. Pero por más que los cumpla en forma correcta, en el momento apropiado y siguiendo todas las normas, eso no es todo lo que el Señor quiere. Analiza la vida de Jesús. Aunque él era fiel a los rituales religiosos de su época, los autores de los Evangelios se centraron mucho más en sus actos de misericordia, curación, alimentación y perdón para con los necesitados que en su fidelidad a los ritos.

El Señor pretende una iglesia, un pueblo, que predique la verdad al mundo. Pero ¿qué atraerá más a la gente a la verdad tal como es en Jesús: el estricto cumplimiento de las leyes alimentarias o la voluntad de ayudar a los hambrientos? ¿El descanso estricto en el día de reposo o tu disposición a usar de tu tiempo y energías para ayudar a los necesitados?

Lee Mateo 25:40 y Santiago 1:27. ¿Qué nos dicen?

Analiza las bendiciones de Isaías 58 que Dios dice que recibirán quienes buscan suplir las necesidades de los menos afortunados. ¿Qué crees que nos está diciendo el Señor aquí? Estas promesas, ¿se refieren a una intervención sobrenatural en nuestra vida si hacemos estas cosas? ¿O quizá se trate de la bendición natural que recibimos al brindarnos a los demás en lugar de ser egoístas, codiciosos y estar absortos en nosotros mismos? Explica tu respuesta.

 

Jueves 11 de marzo:

Un tiempo para nosotros (Isa. 58:1314)

¿Por qué Isaías habla del sábado en 58:13 y 14? ¿Qué conexión tiene esto con la escena del Día de Expiación de los versículos anteriores?

El Día de Expiación anual era un día de reposo. Este día de reposo ceremonial especial era como el sábado semanal en el que se prohibía todo tipo de trabajo (Lev. 23:27–32). Por lo tanto, como lo reconocieron los primeros adventistas del séptimo día, la norma de que el período de descanso del Día de la Expiación tenía lugar de tarde a tarde (Lev. 23:32) nos informa que lo mismo se aplica al sábado semanal. Del mismo modo, aunque el contexto principal de Isaías 58:13 y 14 es el Día de la Expiación ceremonial, su mensaje también se aplica al sábado semanal.

Lee Isaías 58:13. ¿Qué clase de día se supone que es el sábado? ¿Cómo podemos hacer que nuestra experiencia sabática sea como la que se describe aquí? Además, cuando piensas en lo que representa el sábado, ¿por qué debería ser como el día que se describe en este pasaje?

Isaías 58 aborda tres temas principales: la abnegación, la benevolencia social y el sábado.

¿Cómo se relacionan entre ellos?

En primer lugar, los tres requieren concentrarse en Dios, en sus prioridades y reconocer nuestra dependencia de él. En segundo lugar, al hacer estas tres cosas, los seres humanos buscan la santidad al imitar a Dios (ver Lev. 19:2), quien, en la persona de Cristo, se humilló a sí mismo (Fil. 2:8), demuestra bondad abnegada (Juan 3:16) y descansó en sábado al final de la semana de la Creación (Gén. 2:23Éxo. 20:11).

Medita en estas otras semejanzas entre los temas de la abnegación, la benevolencia social y el sábado según se describe en Isaías 58: la libertad sabática del trabajo semanal es buena porque nos permite renovarnos (Éxo. 23:12Mar. 2:27); Jesús mostró que los actos de bondad son apropiados en el día de reposo (Mar. 3:1–5Juan 5:1–17); la verdadera observancia del sábado trae gozo (Isa. 58:14), al igual que ayudar a los demás (Isa. 58:1011). ¿Qué debes cambiar en tu vida para experimentar estas bendiciones personalmente?

 

Viernes 12 de marzo

Para Estudiar y Meditar:

“Nadie puede practicar la verdadera benevolencia sin sacrificio. Solo mediante una vida sencilla, abnegada y de estricta economía podemos llevar a cabo la obra que nos ha sido señalada como representantes de Cristo. El orgullo y la ambición mundana deben ser desalojados de nuestro corazón. En todo nuestro trabajo ha de cumplirse el principio de la abnegación manifestado en la vida de Cristo. En las paredes de nuestras casas, en los cuadros, en los muebles, tenemos que leer esta inscripción: ‘A los pobres que no tienen hogar acoge en tu casa’. En nuestros roperos tenemos que ver escritas, como con el dedo de Dios, estas palabras: ‘Viste al desnudo’. En el comedor, en la mesa cargada de abundantes manjares, deberíamos ver trazada esta inscripción: ‘Comparte tu pan con el hambriento’ [ver Isa. 58:7]” (MC 157, 158).

 

Preguntas para Dialogar:

Presta atención a la pregunta que Isaías hizo a la gente de su época: “¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia?” (55:2). ¿En qué medida nosotros hacemos lo mismo, al trabajar por lo que no satisface? ¿Por qué es tan fácil caer en esa trampa?

Si la abnegación, la benevolencia social y el sábado eran importantes en el Día de la Expiación en la época de Isaías, ¿son igualmente importantes en el Día de la Expiación del tiempo del fin (Dan. 8:14), en el cual la trompeta del Jubileo de Dios señalará la máxima libertad en la segunda venida de Cristo (1 Cor. 15:52; comparar con Lev. 25:910)? Explica tu respuesta.

En clase, abran un debate sobre el tema de guardar el sábado. ¿Qué crees que tenía en mente Isaías cuando dijo que deberíamos dejar de hacer nuestra voluntad en sábado y, al mismo tiempo, llamarlo “delicia” (Isa. 58:13)? ¿Cómo podemos armonizar las dos cosas? Ten en cuenta el contexto del pasaje completo de Isaías 58.

Resumen: En Isaías 55 y 58, el profeta hace un llamado a su pueblo para que renuncie a sus pensamientos y caminos y regrese a Dios, cuyo ideal para su felicidad es mucho más elevado que el de ellos. Perdona misericordiosamente y luego insiste en que los perdonados sean misericordiosos, en armonía con el espíritu del Día de la Expiación y el sábado, porque el don del perdón de Dios, si se lo recibe verdaderamente, transforma el corazón.

Lección 9

  • Categoría: ESCUELA SABATICA 1-21
  • Publicado el Domingo, 28 Marzo 2021 13:09
  • Escrito por Super User
  • Visto: 56

Lección 9 Edicion Adultos: “Servir y salvar” Para el 27 de Febrero de 2021

Primer trimestre (enero-marzo) de 2021

“Servir y salvar”

Leccion 9 :- Para el 27 de Febrero de 2021

Sábado 20 de febrero

Lee Para el Estudio de esta Semana: Isaías 4142:1–744:26–45:649:1–12.

Para Memorizar: “He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento; he puesto sobre él mi Espíritu; él traerá justicia a las naciones” (Isa. 42:1).

“Muchos sienten que sería un gran privilegio visitar los escenarios de la vida de Cristo en la tierra, caminar por donde él anduvo, mirar el lago en cuya orilla se deleitaba en enseñar, y las colinas y valles en los cuales sus ojos tan a menudo reposaron. Pero no necesitamos ir a Nazaret, Capernaum o Betania para andar en las pisadas de Jesús. Hallaremos sus huellas al lado del lecho del enfermo, en los tugurios de los pobres, en las atestadas callejuelas de la gran ciudad, y en todo lugar donde haya corazones humanos que necesiten consuelo. Al hacer como Jesús hizo cuando estaba en la tierra, andaremos en sus pisadas” (DTG 595).

Isaías habló de un siervo del Señor con una misión similar de misericordia: “No quebrará la caña cascada, ni apagará el pábilo que humeare; por medio de la verdad traerá justicia. […] para que abras los ojos de los ciegos, para que saques de la cárcel a los presos, y de casas de prisión a los que moran en tinieblas” (Isa. 42:37).

Démosle un vistazo a este Siervo. ¿Quién es él y qué lleva a cabo?

 

Domingo 21 de febrero:

Una nación de siervos (Isa. 41)

En Isaías 41:8 Dios habla de “Israel, siervo mío”, y en 42:1 presenta a “mi siervo”. ¿Quién es este siervo?

¿Es Israel/Jacob, el antepasado de los israelitas? ¿La nación de Israel? ¿El Mesías/Cristo, identificado en el Nuevo Testamento como Jesús?

Hay dos tipos de referencias a los siervos de Dios entretejidas a lo largo de Isaías 41 al 53. Un siervo se llama “Israel” o “Jacob”, como en Isaías 41:844:12 y 2145:448:20. Debido a que Dios se dirige a Israel/Jacob en tiempo presente, está claro que él, Jacob, representa a la nación que desciende de él. Esto lo confirma el hecho de que la redención de “Jacob su siervo” se lleva a cabo en el momento en que debe salir de Babilonia (Isa. 48:20).

En otros casos, como Isaías 42:150:1052:1353:11, el siervo de Dios no se menciona. Cuando se lo menciona por primera vez en Isaías 42:1, su identidad no es evidente de inmediato. Sin embargo, a medida que Isaías desarrolla su perfil en pasajes posteriores, queda claro que es alguien que restituye las tribus de Jacob (Israel) a Dios (Isa. 49:56) y muere en sacrificio en favor de los pecadores (Isa. 52: 13–53:12; ver además Isa. 49:56). Por lo tanto, no puede ser el mismo que la nación. Entonces, es evidente que Isaías habla de dos siervos de Dios. Uno es colectivo (la nación) y el otro es individual.

¿Cuál es el papel de la nación como sierva? Isaías 41:8-20.

Dios le asegura a Israel que la nación continúa siendo la sierva del Señor: “Te escogí, y no te deseché” (Isa. 41:9). Entonces Dios da a Israel una de las promesas más formidables de la Biblia: “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia” (Isa. 41:10). En este y en los versículos siguientes, uno de los roles básicos de Israel es confiar en que el Dios verdadero lo salvará (como no confió el rey Acaz), en vez de confiar en otros dioses y sus imágenes como lo hacen otras naciones (Isa. 41:721-242829).

Fíjate que en Isaías 41:14 el Señor dice que la nación es un gusano. ¿Qué quiso decir? Lee el texto completo para obtener una mejor respuesta. ¿Qué debería enseñarnos esto también sobre nuestra necesidad de depender totalmente del Señor?

 

Lunes 22 de febrero:

Siervo individual anónimo (Isa. 42:1-7)

¿Cuál es el papel y el carácter del siervo anónimo de Dios, a quien Dios elige y sobre quien pone su Espíritu? Isaías 42:1-7.

Elige la mejor respuesta o combinación de respuestas:

Imparte justicia para las naciones.

Cumple sus objetivos en silencio y con mansedumbre, pero con éxito.

Es un maestro.

Sirve como un pacto entre Dios y el pueblo.

Da luz/esperanza al curar la ceguera y liberar prisioneros.

Todo lo anterior.

¿Cómo se compara el papel y el carácter de este siervo con el de la “vara del tronco de Isaí”, en quien también descansa el Espíritu del Señor (Isa. 11)?

Al igual que en Isaías 42, el gobernante davídico de Isaías 11 actúa en armonía con Dios, impartiendo justicia y liberación para los oprimidos, así como sabiduría y conocimiento de Dios. Descubrimos que este “vástago” y “raíz” de Isaí es el Mesías, el hijo divino de Isaías 9:6 y 7; que también trae “paz […] sobre el trono de David y sobre su reino”, “en juicio y en justicia” (Isa. 9:7). El siervo de Isaías 42 es, obviamente, el Mesías.

¿Cómo identifica el Nuevo Testamento al siervo de Isaías 42:1 al 7, que imparte justicia? Mateo 12:15-21.

Mateo 12 cita Isaías 42 y lo aplica al silencioso ministerio de curación de Jesús, el Hijo amado de Dios, en quien él se deleita (Isa. 42:1Mat. 3:161717:5). Es el ministerio de Jesús el que restablece la conexión del pacto de Dios con su pueblo (Isa. 42:6Dan. 9:27).

Jesús y sus discípulos lograron justicia para la gente librándola del sufrimiento, la ignorancia de Dios y la esclavitud a los espíritus malignos, causados por la opresión de Satanás (Luc. 10:19). Finalmente Jesús murió para ratificar el “nuevo pacto” (Mat. 26:28) e impartir justicia al mundo, al expulsar a Satanás, el forastero que había usurpado la posición de “príncipe de este mundo” (Juan 12:31–33).

Observa la representación de Cristo en Isaías 42:1 al 4. Dedica tiempo a meditar sobre la vida de Jesús. ¿Qué características específicas de su ministerio cumplió tan acertadamente esta profecía? ¿Qué lecciones extraemos sobre cómo deberíamos suplir las necesidades de los demás también?

 

Martes 23 de febrero:

El “mesías” persa (Isa. 44:26-45:6)

¿Qué asombrosa predicción aparece en Isaías 44:26 al 45:6?

El ministerio de Isaías duró desde 745 a.C. hasta 685 a.C. aproximadamente. Después de mencionar a un conquistador del este y del norte (Isa. 41:2325) e insinuar que esto sería una buena noticia para Jerusalén (Isa. 41:27), Isaías predijo con precisión a Ciro por su nombre y describió su actividades. En efecto, él vino del norte y del este de Babilonia, y la conquistó en 539 a.C.; sirvió a Dios al liberar a los judíos de su exilio en Babilonia; y autorizó la reconstrucción del Templo de Jerusalén (ver Esd. 1).

Pon esta predicción en perspectiva. Dado que hay unos 146 años desde el momento de la muerte de Isaías hasta la caída de Babilonia, esta profecía se adelantó un siglo y medio a su cumplimiento. ¡Sería como que George Washington predijera que un hombre llamado General Dwight Eisenhower ayudaría a liberar Europa en 1945!

Debido a que las acciones de Ciro están bien documentadas en varias fuentes antiguas, incluidas las crónicas babilónicas, su propio informe en el “Cilindro de Ciro” y la Biblia (2 Crón. 36:2223Esd. 1Dan. 56:2810:1), la exactitud de la profecía de Isaías es incuestionable. Esto confirma la fe de los que creen que los profetas verdaderos reciben predicciones precisas de parte de Dios, quien conoce el futuro con mucha anticipación.

¿Por qué Dios distingue a Ciro como “su ungido” (Isa. 45:1)?

Este término hebreo para “ungido” es el vocablo del que proviene la palabra Mesías. En otra parte del Antiguo Testamento, esta palabra podría referirse a un sumo sacerdote ungido (Lev. 4:35166:22), a un rey israelita ungido (1 Sam. 16:624:6102 Sam. 22:51), o al Mesías, un Rey y Libertador davídico futuro e ideal (Sal. 2:2Dan. 9:2526). Desde la perspectiva de Isaías, Ciro era un rey futuro, enviado por Dios para liberar a su pueblo. Pero él era un mesías inusual, porque no era israelita. Haría algunas cosas que haría el Mesías, como derrotar a los enemigos de Dios y liberar a su pueblo cautivo, pero no podía ser el mismo que el Mesías, porque no descendía de David.

Al predecir a Ciro, Dios demostró su divinidad única al demostrar que solo él conoce el futuro (Isa. 41:421–2326–2844:26). También se dirigió a Ciro: “Te daré los tesoros escondidos, y los secretos muy guardados, para que sepas que yo soy Jehová, el Dios de Israel, que te pongo nombre” (Isa. 45:3).

Piensa en algunas otras profecías bíblicas que se han cumplido según lo previsto (como todos los reinos de Dan. 2, salvo el último, Dan. 7, o sobre el tiempo de Cristo en Dan. 9:24–27). ¿Qué clase de esperanza nos ofrecen estas profecías personalmente?

 

Miércoles 24 de febrero:

Esperanza por anticipado

El hecho de que Isaías predijera con precisión el nombre de Ciro inquieta a quienes no creen que los profetas reciben predicciones de Dios. Para afrontar la situación, aceptan la teoría de que otro profeta, un “segundo Isaías”, que vivió en la época de Ciro, escribió Isaías 40 al 66. Por lo tanto, el libro de Isaías está “serruchado en dos”, el mismo destino que tradicionalmente se cree que tuvo el profeta (ver Heb. 11:37).

Sin embargo, no hay testigos históricos de la existencia de un segundo “Isaías”. Si existió, sería extraño que la Biblia no lo mencionara, porque su mensaje es profundamente importante y su arte literario es fenomenal. Ni siquiera el manuscrito bíblico más antiguo, el pergamino de Isaías descubierto en Qumran, tiene alguna interrupción entre Isaías 39 y 40, que indicaría una transición a la obra de un nuevo autor.

El mensaje básico de Isaías es coherente a lo largo de su libro: confía en el Dios verdadero, incluido su Libertador mesiánico, no en otros poderes. Los eruditos enfatizan con razón el cambio de enfoque del período asirio en Isaías 1 al 39 al período babilónico en los capítulos 40 y posteriores. Pero hemos visto que Isaías capítulos 13, 14 y 39 ya prevén un cautiverio babilónico. Es cierto que Isaías 1 al 39 enfatiza el juicio, e Isaías 40 al 66 enfatiza la consolación. Pero en los capítulos anteriores, la seguridad y el consuelo divinos son abundantes también, y los pasajes posteriores, como Isaías 42:18 al 25; 43:22 al 28; 48:1 al 11, hablan de los juicios de Dios sobre Judá por abandonarlo. De hecho, las predicciones de Isaías del consuelo futuro implican sufrimiento en el interín.

Aunque la nación enfrentó una terrible calamidad debido a los pecados del pueblo, algunos no perdieron la esperanza. Se aferraron a las promesas de Dios, como las que se encuentran en Levítico 26:40 al 45. Lee los versículos cuidadosamente. Ponte en el lugar de los hebreos que sobrevivieron después de que Babilonia derrotara a la nación. ¿Qué esperanza podrías encontrar en estas palabras?

¿Qué principio espiritual ves obrando en esos versículos de Levítico? ¿Qué le está diciendo el Señor a Israel allí? ¿Cómo funciona el mismo principio en nuestra vida?

 

Jueves 25 de febrero:

Un siervo que siente y sufre (Isa. 49:1-12)

¿Quién es el siervo de Dios en Isaías 49:1 al 12?

Dios lo llama y le pone nombre antes de que nazca, hace que su boca se asemeje a una espada, y se gloriará en él. Dios emplea al siervo para recuperar a la nación de Israel para sí, a fin de que sea una luz de salvación para todo el mundo, para que sea un pacto y liberar prisioneros. Hay una gran superposición entre esta descripción y la de Isaías 42, donde identificamos al siervo como el Mesías. El Nuevo Testamento encuentra los atributos del siervo en Jesucristo, en ambas venidas: Mateo 1:21Juan 8:129:517:1 al 5; Apocalipsis 1:162:1619:15.

Si este siervo es el Mesías, ¿por qué Dios lo llama “Israel” aquí (Isa. 49:3)?

Anteriormente encontramos que en esta parte de Isaías, el siervo de Dios “Israel/Jacob” se refiere a la nación. Pero aquí el nombre “Israel” (sin una referencia paralela a “Jacob”) se aplica claramente al siervo individual, el que restaura la nación a Dios (Isa. 49:5). El siervo individual se ha convertido en la personificación o el representante ideal de la nación, cuyo fracaso ha afectado el uso del nombre “Israel” (Isa. 48:1).

¿Qué nuevo elemento aparece aquí? Isaías 49:47.

Esta es la primera indicación de la dificultad que implica la tarea del siervo. Se lamenta: “Por demás he trabajado, en vano y sin provecho he consumido mis fuerzas” (Isa. 49:4), una idea que se refleja en Daniel 9:26: “Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí”. Pero se aferra a la fe: “Pero mi causa está delante de Jehová, y mi recompensa con mi Dios” (Isa. 49:4). J. Alec Motyer observa: “Por lo tanto, Isaías previó un Siervo con una naturaleza humana real, que fue probado como nosotros y demostró ser el autor y perfeccionador del camino de la fe, una fe real y personal que todavía puede decir Mi Dios cuando ya nada parece valer la pena” (The Prophecy of Isaiah: An Introduction and Commentary, p. 387).

Isaías 49:7 es sorprendente. El siervo es “menospreciado de alma”, “abominado de las naciones”, “siervo de los tiranos”. Pero el Señor le dice: “Verán reyes, y se levantarán príncipes, y adorarán por Jehová; porque fiel es el Santo de Israel, el cual te escogió”.

Recuerda el ministerio de Cristo. Hasta el mismo fin, ¿no tuvo razones para desanimarse? Sin embargo, se mantuvo fiel, a pesar de las apariencias externas. ¿Cuál es la lección para que nosotros hagamos lo mismo, a pesar de las apariencias externas?

 

Viernes 26 de febrero

Para Estudiar y Meditar:

Lee la descripción que hace Elena de White del ministerio de curación y enseñanza de Jesús en El Deseado de todas las gentes, “En Capernaum”, pp. 217-226.

“En la obra de ganar almas, se necesita mucho tacto y sabiduría. El Salvador no suprimió nunca la verdad, sino que la declaró siempre con amor. En su trato con los demás, él manifestaba el mayor tacto, y era siempre bondadoso y reflexivo. Nunca fue rudo, nunca dijo sin necesidad una palabra severa, nunca causó pena innecesaria a un alma sensible. No censuró la debilidad humana. Denunció sin reparos la hipocresía, incredulidad e iniquidad, pero había lágrimas en su voz cuando pronunciaba sus penetrantes reprensiones. Nunca hizo cruel la verdad, sino que manifestó siempre profunda ternura hacia la humanidad. Cada alma era preciosa a su vista. Se portaba con divina dignidad y se inclinaba con la más tierna compasión y consideración sobre cada miembro de la familia de Dios. En todos veía almas que era su misión salvar” (OE 120, 121).

 

Preguntas para Dialogar:

Como clase, lean lo que Elena de White escribió anteriormente acerca de cómo Cristo suplió las necesidades de los demás. Analicen estos principios y luego, como clase, determinen en qué medida su propia iglesia refleja esos principios de manera colectiva.

¿Conocen a alguna “caña cascada” o a algún “pábilo que hume[e]” (Isa. 42:3)? ¿Cómo pueden ayudar a esta persona sin “quebrarla” ni “apagarla”? ¿De qué manera pueden dar a conocer al Señor a esa persona? En un sentido práctico, ¿qué le dirían que haga para recibir sanidad y ayuda?

El argumento de los diferentes autores de Isaías se originó a partir de la premisa de que las personas no pueden predecir el futuro como lo hizo Isaías. ¿Cuál es el problema fundamental con este argumento, y por qué nosotros, como cristianos, debemos rechazar esa premisa?

Resumen: La liberación requiere un Libertador. La nación sierva de Dios sería liberada por dos libertadores: Ciro, que rescataría a los cautivos del exilio de Babilonia, y un Siervo sin nombre, cuya identidad como el Mesías se revela progresivamente. Este Siervo restauraría la justicia y recuperaría a la comunidad de sobrevivientes para Dios.