Lección 12: Para el 21 de septiembre de 2024
JUZGADO Y CRUCIFICADO


Sábado 14 de septiembre
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- Audio Lección -

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Marcos 15; Lucas 13:1; Salmos 22:18; Juan 20:24-29; Juan 1:1-3; Daniel 9:24-27.

PARA MEMORIZAR:
“Y a la hora novena Jesús exclamó a gran voz: ‘Eloi, Eloi, ¿lama sabactani?’, que quiere decir: ‘¡Dios mío! ¡Dios mío! ¿Por qué me has desamparado?’ ” (Mar. 15:34).    CB   

Marcos 15    CB    es el corazón del relato de la Pasión. Allí se presenta el juicio de Jesús, su condena, la burla de los soldados, su crucifixión, su muerte y su traslado al sepulcro. En este capítulo, los eventos son presentados con todo detalle y nitidez, probablemente porque el autor pretende que los hechos hablen por sí mismos.

La ironía juega un papel importante a lo largo de este capítulo, razón por la cual es útil definirla claramente.

Una ironía contiene generalmente tres componentes:

1)Dos niveles de significado;
2) los dos niveles están en conflicto dos contrastan uno con otro;
3) alguien no percibe la ironía, no reconoce lo que está sucediendo y no sabe que él o ella es quien sufrirá las consecuencias.

Esta semana, desde la pregunta de Pilato: “¿Eres tú el Rey de los judíos?”, pasando por la burla de los soldados, por el texto escrito encima de la cruz, por la burla de los líderes religiosos: “A otros salvó. A sí mismo no puede salvarse” y llegando hasta la inesperada aparición de José de Arimatea, el capítulo está lleno de dolorosas ironías que, sin embargo, revelan poderosas verdades acerca de la muerte de Jesús y de lo que ella significa.


Comentarios Elena G.W

Tan pronto como fue de día, el Sanedrín se volvió a reunir, y Jesús fue traído de nuevo a la sala del concilio. Se había declarado Hijo de Dios, y habían torcido sus palabras de modo que constituyeran una acusación contra él. Pero no podían condenarle por esto, porque muchos de ellos no habían estado presentes en la sesión nocturna, y no habían oído sus palabras. Y sabían que el tribunal romano no hallaría en ellas cosa digna de muerte. Pero, si todos podían oírle repetir con sus propios labios estas mismas palabras, podrían obtener su objeto. Su aserto de ser el Mesías podía ser torcido hasta hacerlo aparecer como una tentativa de sedición política.

“¿Eres tú el Cristo? —dijeron— Dínoslo”. Pero Cristo permaneció callado. Continuaron acosándole con preguntas. Al fin, con acento de la más profunda tristeza, respondió: “Si os lo dijere, no creeréis; y también si os preguntare, no me responderéis, ni me soltaréis”. Pero a fin de que quedasen sin excusa, añadió la solemne advertencia: “Mas después de ahora el Hijo del hombre se asentará a la diestra de la potencia de Dios” (El Deseado de todas las gentes, p. 661).

Los sacerdotes y gobernantes se olvidaron de la dignidad de su oficio, y ultrajaron al Hijo de Dios con epítetos obscenos. Le escarnecieron acerca de su parentesco, y declararon que su aserto de proclamarse el Mesías le hacía merecedor de la muerte más ignominiosa. Los hombres más disolutos sometieron al Salvador a ultrajes infames. Se le echó un viejo manto sobre la cabeza, y sus perseguidores le herían en el rostro, diciendo: “Profetízanos tú, Cristo, quién es el que te ha herido”. Cuando se le quitó el manto, un pobre miserable le escupió en el rostro.

Los ángeles de Dios registraron fielmente toda mirada, palabra y acto insultantes de los cuales fue objeto su amado General. Un día, los hombres viles que escarnecieron y escupieron el rostro sereno y pálido de Cristo, mirarán aquel rostro en su gloria, más resplandeciente que el sol (El Deseado de todas las gentes, p. 662).En su condición de sustituto y seguridad del hombre, la iniquidad de este fue depositada sobre Cristo; se lo contó entre los transgresores para que pudiera redimirlos de la maldición de la ley. La culpa de cada descendiente de Adán de todas las épocas oprimía su corazón; y la ira de Dios y la terrible manifestación de su disgusto frente a la iniquidad llenaron de consternación el alma de su Hijo. El apartamiento del rostro divino de junto al Salvador en esa hora de suprema angustia atravesó su corazón con un pesar que jamás podrá comprender plenamente el hombre (La historia de la redención, p. 233).

Escuela Sabática
Un lugar de Estudio

Lección 11 Edición Adultos – Apresado y juzgado – Sábado 14 de Septiembre 2024 (3er Trimestre)

Sábado, Septiembre 07

Apresado y juzgado

Lee para el estudio de esta semana

Marcos 14Juan 12:4-6Romanos 8:28Éxodo 24:8Jeremías 31:31-34Zacarías 13:7.

Para memorizar
“Decía: ‘¡Abba, Padre! Todas las cosas son posibles para ti. ¡Aparta de mí esta copa! Sin embargo, no lo que yo quiero, sino lo que tú quieras’ ” (Mar. 14:36).

Los capítulos 14 a 16 de Marcos son conocidos como “el relato de la Pasión” porque describen el sufrimiento, la muerte y la resurrección de Jesús. Como fue señalado en la lección 9, los últimos seis capítulos de Marcos cubren apenas cerca de una semana. La mayoría de los eventos allí registrados ocurren el jueves y el viernes de la semana de la Pasión. La muerte de Jesús tiene lugar el viernes; y su resurrección, el domingo.

La lección de esta semana se centra en Marcos 14. Comienza con la quinta historia sándwich, la cual vincula dos acciones opuestas en relación con Jesús. Sigue la Última Cena, tras la cual tiene lugar su lucha en Getsemaní. Allí es arrestado y llevado ante los dirigentes religiosos para ser juzgado. La escena del juicio está relacionada con la negación de Jesús por parte de Pedro, que constituye la sexta y última de las historias sándwich registradas en Marcos. Nuevamente ocurren dos acciones opuestas, pero, por un giro irónico, afirman la misma verdad.

Dos tramas narrativas avanzan de la mano a lo largo del relato. Con un estilo nítido, Marcos pone delante del lector estas tramas enfrentadas mientras revela el triunfo de Jesús.

 

Domingo, Septiembre 08

Inolvidable

Lee Marcos 14:1 al 11. ¿Qué dos historias están entrelazadas aquí y cómo se complementan entre sí?

Marcos 14:1 indica que habían transcurrido dos días desde la Pascua. Esta reunión ocurrió probablemente el martes de noche o el miércoles de esa semana. Los líderes religiosos tenían un plan y un momento oportuno para llevarlo a cabo. Solo necesitaban un medio para alcanzar su objetivo, y provendría de un lugar sorprendente.

Este pasaje es el quinto relato sándwich de Marcos (ver la lección 3). La historia del complot contra Jesús está conectada con la de una mujer que ungió la cabeza de Jesús con un costoso perfume. Dos personajes paralelos realizan acciones opuestas, mostrando un irónico contraste.

El asombroso obsequio que la mujer ofreció a Jesús contrasta con la perfidia de Judas al traicionar a su Señor. En este Evangelio no se consigna el nombre de ella. Él, en cambio, es identificado como uno de los Doce. El valor del regalo de ella es declarado. El precio de la traición de él es solo una promesa de dinero.

No se da una razón específica por la que ella hace esto, pero los invitados a la cena quedan consternados por lo que consideran un gran despilfarro, equivalente a la paga de casi un año de trabajo, cuando el perfume es derramado sobre Jesús. Él interviene, sin embargo, en defensa de ella y dice que lo que acaba de hacer será incluido en la proclamación del evangelio al mundo en memoria de ella. Es algo inolvidable. En efecto, los cuatro evangelios registran esta historia de una manera u otra, probablemente a causa de las palabras de Jesús al conmemorar la acción de esta mujer.

La traición de Judas también es inolvidable. Marcos da a entender que su motivación fue la codicia. El Evangelio de Juan lo dice explícitamente (Juan 12:4-6).

Marcos juega con la palabra “bueno” para ilustrar que existen dos motivaciones o tramas diferentes en juego en estas historias. En Marcos 14:6, Jesús declara “buena/hermosa” la acción de la mujer. Él dice que siempre es posible hacer “bien” a los pobres (Mar. 14:7), y en Marcos 14:9 dice que la acción de ella es parte de la “buena noticia/evangelio”. En Marcos 14:11, Judas busca una oportunidad o “buen momento” para traicionar a Jesús. Lo que este juego de palabras sugiere es que el complot de los hombres para destruir al Mesías llegaría a ser parte de la historia del evangelio porque da frutos al cumplirse la voluntad de Dios de entregar a su Hijo para la salvación de la humanidad.

¿Cómo ayuda Romanos 8:28 a explicar lo que sucederá?

 

Lunes, Septiembre 09

La última cena

Lee Marcos 14:22 al 31 y Éxodo 24:8. ¿Qué gran relevancia para la fe cristiana se encuentra en este relato?

Marcos 14:12 observa que este es el primer día de la fiesta de los Panes sin Levadura, cuando se sacrificaba el cordero pascual. La cena se realizaba al atardecer del jueves.

En la Última Cena, Jesús instituye un nuevo servicio conmemorativo. Es una transición que parte de la celebración de la Pascua judía y se vincula directamente con la salida de Israel de Egipto y su transformación en el pueblo del Pacto de Dios en el Sinaí. En Éxodo 24:8, cuando se ratifica el Pacto, Moisés rocía al pueblo con la sangre de los sacrificios y dice: “Esta es la sangre del pacto que el Señor ha hecho con ustedes acerca de estas cosas”.

Es llamativo el hecho de que en la Cena del Señor, instituida aquí por Jesús, no se hace mención alguna al cordero de la cena pascual. Esto puede deberse a que Jesús es el Cordero de Dios (Juan 1:29). El pan de la Cena del Señor representa su cuerpo. El Nuevo Pacto (compara con Jer. 31:31-34) es sellado con la sangre de Jesús, la cual está representada por la copa y su contenido. Él dice: “Esto es mi sangre del nuevo pacto, que es derramada en favor de muchos”.

Entonces, en medio de todo esto, Jesús predice que sus discípulos lo abandonarán. Cita Zacarías 13:7, que habla de la espada que hiere al pastor y de la resultante dispersión de las ovejas. Jesús es aquí el pastor, y sus discípulos son las ovejas. Es un mensaje duro y deprimente. Pero Jesús agrega una palabra de esperanza al repetir la predicción acerca de su resurrección, y añade que irá delante de ellos a Galilea. El joven que estaba en la tumba vacía de Jesús se refiere, en Marcos 16:7, a esa predicción que, por lo tanto, tiene un peso especial aquí.

Pero todo esto es demasiado difícil de aceptar para los discípulos, especialmente para Pedro, quien argumenta que todos los demás pueden caer menos él. No obstante, Jesús continúa con el lenguaje solemne y predice que Pedro lo negará tres veces antes de que el gallo cante dos veces. La predicción jugará un papel crucial en la escena del juicio de Jesús y la negación de Pedro; por ello, juega también un papel crucial aquí.

¿Qué aprendiste de las ocasiones en las que prometiste a Dios que harías o no algo y terminaste no haciendo lo que prometiste hacer o haciendo lo que prometiste no hacer?

 

Martes, Septiembre 10

Getsemaní

Lee Marcos 14:32 al 42. ¿Qué pidió Jesús en oración en Getsemaní y cómo fue contestada su oración?

Dejando atrás la ciudad amurallada de Jerusalén, donde habían comido la Pascua, Jesús y sus discípulos cruzaron el valle de Cedrón en dirección a un jardín en la ladera del Monte de los Olivos. El nombre Getsemaní significa “prensa de aceite”, lo que sugiere que había una prensa para procesar aceite de oliva en las proximidades. La ubicación exacta del jardín es desconocida, pues los romanos talaron todos los olivos del monte durante el asedio a Jerusalén en el año 70 d.C.

Cuando llegaron al jardín, Jesús dejó allí a sus discípulos y fue más lejos en compañía de Pedro, Santiago y Juan. Pero luego deja también a los tres y prosigue solo. Este distanciamiento sugiere que Jesús está cada vez más aislado y solo mientras hace frente a su sufrimiento venidero.

Jesús ora pidiendo que la copa del sufrimiento le sea evitada, pero solo si es la voluntad de Dios (Mar. 14:36). Usa la palabra aramea Abba, que Marcos traduce como “Padre”. El término no significa “papá”, como algunos han sugerido. La palabra usada por un niño para dirigirse a su padre era abi (ver Raymond E. Brown, The death of the Messiah [La muerte del Mesías], Anchor Bible Reference Library [Nueva York: Doubleday, 1994], vol. 1, pp. 172, 173). Sin embargo, el uso de la expresión Abba, Padre lleva en sí un toque de vinculación familiar estrecha.

Jesús ora pidiendo la supresión de la copa del sufrimiento, pero se somete a la voluntad de Dios (compara con el Padrenuestro en Mat. 6:10).

En el resto del relato de la Pasión, resulta obvio que la respuesta de Dios a la oración de Jesús es “no”. No suprimirá la copa del sufrimiento porque la salvación se ofrece al mundo por medio de esa experiencia.

Cuando enfrentamos dificultades, es alentador tener amigos que nos apoyan. En Filipenses 4:13, Pablo se refiere a hacer todas las cosas por medio de Uno que nos fortalece. Muchos olvidan lo que dice Filipenses 4:14, que comienza con: “Sin embargo”. El texto dice: “Sin embargo, bien hicieron en participar en mi tribulación”. Esto es lo que Jesús deseaba en Getsemaní. Tres veces acudió a sus discípulos en busca de consuelo. En las tres ocasiones estaban durmiendo. Finalmente, los despertó para que fueran con él a hacer frente a la prueba. Él estaba listo. Ellos, no.

 

Miércoles, Septiembre 11

Dejando todo para huir de Jesús

Lee Marcos 14:43 al 52. ¿Qué ocurre aquí que es tan crucial para el Plan de Salvación?

Es sorprendente que uno de los colaboradores más cercanos de Jesús lo entregara a sus enemigos. Los evangelios no entran en grandes detalles acerca de la motivación de Judas. Pero Elena de White escribe lo siguiente: “Judas tenía, por naturaleza, fuerte apego al dinero; pero no había sido siempre bastante corrupto para realizar una acción como esta. Había fomentado el mal espíritu de la avaricia, hasta que este había llegado a ser el motivo predominante de su vida. El amor al dinero superaba a su amor por Cristo. Al llegar a ser esclavo de un vicio, se entregó a Satanás para ser arrastrado a cualquier bajeza de pecado” (DTG 678).

La traición es en sí misma algo que resulta lamentable para todos, incluso para quienes se valen de los traidores (ver Mat. 27:3-7). Pero la acción de Judas es particularmente repugnante porque él procura ocultar su traición bajo el disfraz de la amistad. Él da instrucciones a la muchedumbre para que arresten al hombre a quien bese. Parece que Judas quería que su perfidia quedara oculta de Jesús y de los otros discípulos.

El caos se desata cuando la turba arresta a Jesús. Alguien saca una espada (Juan 18:10 y 11 dice que fue Pedro) y corta una oreja al siervo del sumosacerdote. Jesús se dirige a la horda y los reprende por hacer en secreto lo que no se habían atrevido a hacer abiertamente mientras enseñaba en el Templo, pero concluye haciendo referencia al cumplimiento de las Escrituras. Es otra señal de la trama que recorre todo el relato de la Pasión: la voluntad de Dios está llegando a su cumplimiento aunque la voluntad del hombre esté operando para destruir al Mesías.

Todos los discípulos huyen, incluso Pedro, quien, sin embargo, reaparecerá siguiendo a Jesús de lejos y metiéndose finalmente en problemas. Marcos 14:51 y 52 registra el hecho de que un joven seguía a Jesús, un dato que no aparece en ningún otro lugar de los evangelios canónicos. Algunos piensan que era Marcos mismo, pero es improbable. Lo destacable es que huyó desnudo. En lugar de dejar todo para “seguir” a Jesús, dejó todo para “huir” de él.

Piensa en la temible idea de que la esclavitud a un solo vicio condujo a Judas a hacer lo que hizo. ¿Qué debería decirnos esto acerca del odio al pecado y, por la gracia de Dios, de la victoria sobre él?

 

Jueves, Septiembre 12

¿Quién eres?

Lee Marcos 14:60 al 72. Compara cómo respondió Jesús ante los acontecimientos y cómo lo hizo Pedro. ¿Qué lecciones podemos aprender de las diferencias?

Marcos 14:53 al 59 describe el momento en que Jesús es traído ante el Sanedrín y la primera parte del juicio. Se trata de un ejercicio de frustración. Los líderes tratan una y otra vez de hacer valer sus acusaciones contra Jesús. El escritor del Evangelio destaca que el testimonio era falso y que los testigos nunca se pusieron de acuerdo.

Finalmente, el sumosacerdote se levanta y se dirige directamente a Jesús. Al principio, Jesús no responde. Pero entonces, el sumosacerdote, invocando a Dios como testigo y en su nombre (ver Mat. 26:63), exige que Jesús responda si es el Mesías. Jesús admite franca y directamente que sí y cita Daniel 7:13 y 14, que describe al Hijo del Hombre sentado a la diestra de Dios y viniendo en las nubes del cielo. Esto es demasiado para el sumosacerdote, quien rasga sus vestiduras y pide que Jesús sea condenado, lo que es concedido inmediatamente por el concilio. Los líderes comienzan a humillar a Jesús escupiéndole, cubriendo su rostro, golpeándolo y pidiéndole que profetice.

Mientras Jesús está dentro siendo juzgado y dando un testimonio fiel, Pedro está fuera dando un reporte falso. Esta es la sexta y última historia sándwich en Marcos y, aquí, la ironía es particularmente aguda. Aquí hay dos personajes paralelos, Jesús y Pedro, realizando acciones opuestas. Jesús da un testimonio fiel. Pedro, uno falso. Pedro es abordado en tres ocasiones por una sierva y por espectadores, y en cada ocasión niega cualquier asociación con Jesús, incluso maldiciendo y jurando.

En este punto, un gallo canta por segunda vez. Pedro recuerda entonces súbitamente la predicción de Jesús de que negaría a su Señor tres veces esa misma noche. Se quiebra y llora. He aquí la impresionante ironía. Cuando terminan de juzgar a Jesús, le cubren los ojos, lo golpean y le ordenan profetizar. La idea era burlarse de él pues no podía ver quién lo golpeó. Sin embargo, en el mismo momento en que ellos están haciendo esto, Pedro está negando a Jesús en el patio, cumpliendo así una de las predicciones de Jesús. En consecuencia, Pedro demuestra, al negar a Jesús, que este es el Mesías.

¿Qué palabras de esperanza le dirigirías a alguien que, aun queriendo seguir a Jesús, fracasa a veces en su intención? ¿Quién de nosotros no ha fallado a veces al no hacer lo que sabemos que Jesús quiere?

 

Viernes, Septiembre 13

Para estudiar y meditar

Lee los capítulos “Ante Anás y Caifás” y “Judas” en el libro El Deseado de todas las gentes, de Elena de White, pp. 661-684.

“Mientras los juramentos envilecedores estaban todavía en los labios de Pedro y el agudo canto del gallo repercutía en sus oídos, el Salvador se desvió de sus ceñudos jueces y miró de lleno a su pobre discípulo. Al mismo tiempo, los ojos de Pedro fueron atraídos hacia su Maestro. En aquel amable semblante, leyó profunda compasión y pesar, pero no había ira.

“Al ver ese rostro pálido y doliente, esos labios temblorosos, esa mirada de compasión y perdón, su corazón fue atravesado como por una flecha. Su conciencia se despertó. Los recuerdos acudieron a su memoria y Pedro rememoró la promesa que había hecho unas pocas horas antes, de que iría con su Señor a la cárcel y a la muerte. Recordó su pesar cuando el Salvador le dijo en el aposento alto que negaría a su Señor tres veces esa misma noche. Pedro acababa de declarar que no conocía a Jesús, pero ahora comprendía, con amargo pesar, cuán bien su Señor lo conocía a él, y cuán exactamente había discernido su corazón, cuya falsedad desconocía él mismo” (DTG 672).

Preguntas para dialogar:

A la luz de Marcos 14:9, ¿cómo vemos que se está cumpliendo otra de las predicciones de Jesús, algo aparentemente muy improbable dadas las circunstancias en que fue predicho?

Compara y contrasta a Judas y Pedro. ¿En qué se parecían y en qué se diferenciaban a la luz de la manera en que actuaron, según el relato de la Pasión?

Analiza el significado de la Cena del Señor. ¿Cómo podemos hacerla más significativa en nuestra iglesia y lograr que aumente el número de quienes participan en ella?

Reflexiona acerca del hecho de que Dios dijo “no” a la oración de Jesús en Getsemaní. ¿Qué significa el hecho de que Dios nos diga “no”?

Aunque Pedro defraudó grandemente a Jesús al negarlo, Jesús no lo desechó. ¿Qué esperanza puedes extraer de este hecho para ti mismo?

 
Lección 9: Para el 31 de agosto de 2024
CONTROVERSIAS EN JERUSALÉN


Sábado 24 de agosto
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- Audio Lección -

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Marcos 11; 1 Reyes 1:32-48; Zacarías 9:9, 10; Isaías 56:7; Jeremías 7:11; Marcos 12:1-34.

MEMORIZAR: “Y cuando estén orando, si tienen algo contra alguien, perdónenlo, para que su Padre que está en los cielos perdone también sus ofensas” (Mar. 11:25).    CB   

Marcos 2 y 3 registran cinco controversias entre Jesús y los líderes religiosos (ver la lección 3). En la lección de esta semana, cuando Jesús llega a Jerusalén, protagoniza seis controversias con los dirigentes religiosos.

Estas dos series de controversias actúan como paréntesis, una al comienzo y otra al final del ministerio terrenal de Jesús. Cada serie tiene que ver con asuntos importantes para la vida cristiana. Las instrucciones de Jesús, aun en estas situaciones polémicas, orientan a los creyentes tanto en asuntos fundamentales de la fe como en cuestiones prácticas de la vida cotidiana.

Los líderes religiosos acuden a confrontar, tratar de confundir y derrotar a Jesús, pero sin éxito. Parte de la lección de esta semana incluirá analizar precisamente qué hace que las personas se opongan a Dios y, a su vez, considerará qué pueden hacer los cristianos para superar los prejuicios y hablar al corazón de quienes resisten el llamado del Espíritu.

En Marcos 11, el ministerio de Jesús tendrá lugar en Jerusalén durante la Pascua (marzo-abril). Marcos 11 al 16 cubre poco más de una semana; la velocidad narrativa ha disminuido marcadamente. Los primeros diez capítulos cubren aproximadamente tres años y medio. Esta desaceleración apunta a la importancia de estas escenas finales.


Comentarios Elena G.W

 

                        El tiempo de la Pascua se estaba acercando, y de nuevo Jesús se dirigió hacia Jerusalén. Su corazón tenía la paz de la
                        perfecta unidad con la voluntad del Padre, y con paso ansioso avanzaba hacia el lugar del sacrificio. Pero un
                        sentimiento de misterio, de duda y temor, sobrecogía a los discípulos. El Salvador “iba delante de ellos, y se
                        espantaban, y le seguían con miedo”.
                        
                        Otra vez Jesús llamó a sí a los doce, y con mayor claridad que nunca les explicó su entrega y sufrimientos. “He aquí
                        —dijo él— subimos a Jerusalén, y serán cumplidas todas las cosas que fueron escritas por los profetas, del Hijo del
                        hombre. Porque será entregado a las gentes, y será escarnecido, e injuriado y escupido. Y después que le hubieren
                        azotado, le matarán: mas al tercer día resucitará. Pero ellos nada de estas cosas entendían, y esta palabra les era
                        encubierta, y no entendían lo que se decía” (El Deseado de todas las gentes, p. 501).
                        
                        Jesús no suprimía una palabra de la verdad, pero siempre la expresaba con amor. En su trato con la gente hablaba con el
                        mayor tacto, cuidado y misericordiosa atención. Nunca fue áspero ni pronunció innecesariamente una palabra severa, ni
                        ocasionó a un alma sensible una pena inútil. No censuraba la debilidad humana. Decía la verdad, pero siempre con amor.
                        Denunciaba la hipocresía, la incredulidad y la iniquidad; pero las lágrimas velaban su voz cuando profería sus
                        penetrantes reprensiones. Lloró sobre Jerusalén, la ciudad amada, que rehusó recibirle, a él, que era el Camino, la
                        Verdad y la Vida. Sus habitantes habían rechazado al Salvador, mas él los consideraba con piadosa ternura. Fue la suya
                        una vida de abnegación y preocupación por los demás. Toda alma era preciosa a sus ojos. A la vez que se condujo siempre
                        con dignidad divina, se inclinaba con la más tierna consideración sobre cada uno de los miembros de la familia de Dios.
                        En todos los hombres veía almas caídas a quienes era su misión salvar.
                        
                        Tal fue el carácter que Cristo reveló en su vida. Tal es el carácter de Dios. Del corazón del Padre es de donde manan
                        para todos los hijos de los hombres los ríos de la compasión divina, demostrada por Cristo. Jesús, el tierno y piadoso
                        Salvador, era Dios “manifestado en la carne”. 1 Timoteo 3:16 (El camino a Cristo, p. 12).
                        
                        Durante su ministerio, persiguiéronle siempre hombres astutos e hipócritas que procuraban su muerte. Seguíanle espías
                        que acechaban sus palabras, para encontrar algo contra él. Los intelectos más sutiles e ilustrados de la nación
                        procuraban derrotarle en controversias. Pero nunca pudieron aventajarle. Tuvieron que dejar la lid, confundidos y
                        avergonzados por el humilde Maestro de Galilea. La enseñanza de Cristo tenía una lozanía y un poder como nunca hasta
                        entonces conocieron los hombres. Hasta sus mismos enemigos hubieron de confesar: “Nunca ha hablado hombre así como este
                        hombre”. Juan 7:46 (El ministerio de curación, pp. 33, 34).

 


Escuela Sabática Un lugar de Estudio
 
Lección 10: Para el 7 de septiembre de 2024
LOS ÚLTIMOS DÍAS


Sábado 31 de agosto
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- Audio Lección -

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Marcos 12:41-44; 13:1-32; Daniel 9:24- 27; 7:25; 1 Tesalonicenses 4:13-18.

PARA MEMORIZAR:
“Entonces verán al Hijo del hombre que vendrá en las nubes con gran poder y gloria. Entonces él enviará a sus ángeles y juntará a sus elegidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo” (Mar. 13:26, 27).    CB   

La lección de esta semana comienza con una muy breve historia que se encuentra al final de Marcos 12.    CB    En ella, Jesús pronuncia una profunda declaración acerca de una pequeña acción realizada por una viuda. No obstante, la sección principal de la lección de esta semana tiene que ver con Marcos 13,    CB    donde se registra, entre otras cosas, una asombrosa profecía acerca de la suerte final del Templo. Este capítulo, junto con sus paralelos en Mateo 24    CB    y Lucas 21,    CB    se refiere tanto a la destrucción de Jerusalén como, mucho después, al fin del mundo.

Lo que Marcos 13    CB    deja muy en claro es que la profecía abarca el lapso que va desde el tiempo del profeta, Jesús, hasta el tiempo del fin y su segunda venida. Este patrón sigue lo que se conoce como “la interpretación historicista de la profecía acerca del tiempo del fin” en oposición al intento de circunscribir estas profecías al pasado o al futuro lejano.

Como muchas de las enseñanzas de Jesús en Marcos, la instrucción del Señor se da en respuesta a una pregunta o a un malentendido por parte de sus discípulos. Estas preguntas o interpretaciones erróneas dan a Jesús la oportunidad de enseñar verdades vitales para la vida y la experiencia cristianas. Jesús no solo predice el futuro, sino también instruye a sus discípulos, tanto entonces como ahora, acerca de cómo prepararse para las pruebas venideras.


Comentarios Elena G.W

[Los discípulos,] no obstante, engañados también por las enseñanzas de los rabinos, esperaban, como todo el pueblo, un reino terrenal. No podían comprender las acciones de Jesús. Ya los había dejado perplejos y turbados el que no hiciese esfuerzo alguno para fortalecer su causa obteniendo el apoyo de sacerdotes y rabinos, y porque nada había hecho para establecer su autoridad como Rey de esta tierra. Todavía había que hacer una gran obra en favor de estos discípulos antes que estuviesen preparados para la sagrada responsabilidad que les incumbiría cuando Jesús ascendiera al cielo. Habían respondido, sin embargo, al amor de Cristo, y aunque eran tardos de corazón para creer, Jesús vio en ellos a personas a quienes podía enseñar y disciplinar para su gran obra. Y ahora que habían estado con él suficiente tiempo como para afirmar hasta cierto punto su fe en el carácter divino de su misión, y el pueblo también había recibido pruebas incontrovertibles de su poder, quedaba expedito el camino para declarar los principios de su reino en forma tal que les ayudase a comprender su verdadero carácter (El discurso maestro de Jesucristo, p. 9).

Dios diseñó los actos de generosidad y benevolencia para mantener los corazones de los hijos de los hombres llenos de ternura y simpatía, y para estimular en ellos un interés y afecto mutuos a semejanza de los del Maestro, quien por nosotros se hizo pobre, para que por su pobreza fuéramos enriquecidos. La ley del diezmo fue establecida sobre un principio duradero, y fue destinada a ser una bendición para el hombre (Reflejemos a Jesús, p. 262).

Es el motivo lo que da carácter a nuestros actos, marcándolos con ignominia o con alto valor moral. No son las cosas grandes que todo ojo ve y que toda lengua alaba lo que Dios tiene por más precioso. Los pequeños deberes cumplidos alegremente, los pequeños donativos dados sin ostentación, y que a los ojos humanos pueden parecer sin valor, se destacan con frecuencia más altamente a su vista. Un corazón lleno de fe y de amor es más apreciable para Dios que el don más costoso… Fue este espíritu abnegado y esta fe infantil lo que mereció el elogio del Salvador (Exaltad a Jesús, p. 82).

¿Quién podría dudar que estamos viviendo en tiempos peligrosos? Cuando Cristo describió la ruina de Jerusalén, contempló el futuro e incluyó en su descripción la todavía más terrible destrucción del mundo. Lo expresa de este modo: “Como fue en los días de Noé, así será la venida del Hijo del hombre. Porque en los días anteriores al diluvio, la gente comía y bebía, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca. Y no entendieron hasta que vino el diluvio y los llevó a todos. Así también será la venida del Hijo del hombre”. Mateo 24:37-39…

Cristo, en sus enseñanzas, ha dejado lecciones valiosísimas con respecto a los últimos días. ¡Ojalá que hombres y mujeres se enteren del peligro que corren, antes de que sea para siempre demasiado tarde! (El ministerio de publicaciones, pp. 310, 311).

 


 

Escuela Sabática
Un lugar de Estudio
 
Lección 8: Para el 24 de agosto de 2024
INSTRUYENDO A LOS DISCÍPULOS: PARTE 2


Sábado 17 de agosto
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- Audio Lección -

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Marcos 10; Génesis 1:27; 2:24; Gálatas 4:1, 2; Romanos 6:1-11; Isaías 11:1-16.

PARA MEMORIZAR:
“Porque el Hijo del hombre tampoco vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos” (Mar. 10:45).    CB   

El estudio de esta semana cubre Marcos 10 ,    CB    donde se completa la sección especial en la que Jesús instruye a sus discípulos en preparación para la Cruz. Casi la mitad del capítulo tiene que ver con los discípulos mismos, y el resto con asuntos importantes para el discipulado, pero presentados desde la perspectiva de la lente de personas que interactúan con Jesús. Los fariseos vienen y discuten con él sobre el divorcio. Los progenitores traen a sus hijos para que Jesús los bendiga. Un rico pregunta acerca de la vida eterna y un ciego pide la vista.

Este capítulo de Marcos contiene importantes enseñanzas acerca de lo que significa seguir a Jesús, particularmente en lo que se refiere a nuestra vida aquí y ahora: el matrimonio, los hijos, cómo relacionarnos con las riquezas, y el costo y la recompensa de seguirlo. El incidente más destacado de la sección es la curación de un segundo hombre ciego (Mar. 10:46-52,    CB    compara con Mar.8:22-26),    CB    que cierra el paréntesis de la sección (Mar. 8:22-10:52)    CB    y es una hermosa ilustración tanto del costo de seguir a Jesús como de sus resultados.

Juntas, estas enseñanzas preparan al seguidor de Jesús, tanto a los discípulos de hace dos mil años como a los actuales, para los desafíos que conlleva el discipulado.


Comentarios Elena G.W

¡Qué maravillosa reverencia hacia la vida humana expresó Jesús en la misión de su vida! No anduvo entre la gente como un rey, exigiendo atención, reverencia, servicio, sino como uno que anhelaba servir y elevar a la humanidad. Dijo que no había venido para ser servido, sino para servir… Dondequiera que Cristo veía a un ser humano, veía a uno que necesitaba simpatía humana. Muchos de nosotros estamos dispuestos a servir a ciertas personas en particular —a aquellos que honramos—, pero pasamos por alto, como indignas de ser notadas, a esas mismas personas a quienes Cristo quisiera bendecir por medio de nosotros, si no fuéramos tan fríos de corazón…

“Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados: y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor suave”. Efesios 5:2. Esta es la altura del amor que se requiere que alcancemos. Y la textura de este amor no está manchada con el egoísmo (Nuestra elevada vocación, p. 178).

Cristo dio a sus discípulos una lección sumamente importante con respecto a cómo debían ser. “En el reino que estableceré —les dijo—, la lucha por la supremacía no tendrá cabida alguna. Todos ustedes son hermanos. Todos mis siervos serán iguales. La única grandeza que se reconocerá será la de la humildad y la devoción en el servicio de los demás. El que se humille será ensalzado, y el que se ensalce será humillado. El que trate de servir a los demás mediante la abnegación y el sacrificio, recibirá los atributos de carácter que lo recomendarán ante mi Padre, y desarrollará sabiduría, verdadera paciencia, tolerancia, bondad y compasión. Esto le dará el primer lugar en el reino de Dios”.

El Hijo de Dios se humilló para convertirse en el siervo del Señor. Se sometió a la bajeza y al sacrificio, incluso a la muerte, para dar libertad y vida, y un lugar en su reino a los que creyeran en él. Dio su vida en rescate por muchos. Esto debiera bastar para que se avergonzaran de su conducta todos los que continuamente están tratando de ocupar el primer lugar y luchan siempre por la supremacía (Cada día con Dios, p. 354).

Los que creen en Cristo y caminan humildemente con él sin luchar por la supremacía, y tratan de ver qué pueden hacer para ayudar, bendecir y fortalecer las almas de los demás, colaboran con los ángeles que sirven a los herederos de la salvación. Jesús les da gracia, sabiduría y justicia, y los convierte en bendición para todos aquellos con quienes se relacionan. Mientras más humildes son en su propia opinión, más bendiciones reciben de Dios, porque estas no los exaltan. Usan correctamente sus bendiciones, porque las reciben para impartirlas.

Los ángeles servidores reciben instrucción procedente del trono de Dios para colaborar con los instrumentos humanos. Reciben la gracia de Cristo para impartirla a los hombres (Cada día con Dios, p. 354).




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