Lección 13: Para el 24 de septiembre de 2022
CRISTO EN EL CRISOL

 

Sábado 17 de septiembre

AudioComentario EGWDiálogo BíblicoMat. DamasMat. AdultosAudio Pr. Bullón

Lee para el estudio de esta semana Lucas 2:7, 22-24; Mateo 2:1-18; Juan 8:58, 59; Lucas 22:41-44; Mateo 27:51, 52; Romanos 6:23; Tito 1:2 .

Para memorizar “Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me ha desamparado?” ( Mateo 27:46 ).

Siempre que analizamos el tema del sufrimiento, se suscita la pregunta: ¿Cómo surgieron el pecado y el sufrimiento? Por revelación divina, tenemos buenas respuestas: Surgieron porque hubo seres libres que abusaron de la libertad que Dios les había dado. Esto lleva a otra pregunta: ¿Sabía Dios de antemano que estos seres caerían? Sí, pero pensó que, como escribió CS Lewis, “valía la pena correr el riesgo”.

¿Vale la pena correr el riesgo? ¿Para quién? ¿Para nosotros, mientras Dios está en el cielo, sentado en su Trono? No exactamente. La libertad de todas sus criaturas inteligentes era tan sagrada que, en lugar de negarnos esa libertad, Dios tomó asumir la peor parte del sufrimiento causado por el abuso de nuestra de esa libertad. Y vemos este sufrimiento en la vida y la muerte de Jesús, quien, al sufrir en nuestra carne, creó vínculos entre el Cielo y la Tierra que durarán por toda la eternidad.

Un vistazo a la semana : ¿Qué sufrió Cristo por nosotros? ¿Qué podemos aprender de su sufrimiento?


Comentarios Elena GW

Era un ser de poder y gloria admirables el que se había levantado contra Dios. Acerca de Lucifer el Señor dice: “Tú echas el sello a la proporción, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura”. Ezequiel 28:12 . Lucifer había sido el querubín cubridor. Había estado en la luz de la presencia de Dios. Había sido el más alto de todos los seres creados y el primero en revelar los propósitos de Dios al universo. Después que hubo pecado, su poder seductor era tanto más engañoso y resultóba tanto más difícil desenmascarar su carácter cuanto más exaltada había sido la posición que ocupara cerca del Padre.

Dios podría haber destruido a Satanás ya los que simpatizaban con él tan fácilmente como nosotros podemos arrojar una piedrecita al suelo; pero no lo hizo. La rebelión no se había de vencer por la fuerza. Solo el gobierno satánico recurre al poder compulsorio. Los principios del Señor no son de este orden. Su autoridad descansa en la bondad, la misericordia y el amor; y la presentacion de estos principios es el medio que quiere emplear. El gobierno de Dios es moral, y la verdad y el amor han de ser la fuerza que lo haga prevalecer (El Deseado de todas las gentes, pp. 706, 707).

Jesús no depuso su vida hasta haber cumplido la obra que había venido a hacer; y exclamó con su último suspiro: “¡Consumado es!” Los ángeles se regocijaron cuando escucharon esas palabras, porque el gran plan de redención había sido llevado a cabo triunfalmente. Hubo gozo en el cielo porque los hijos de Adán, de allí en adelante, y gracias a una vida de obediencia, podrían ser llevados finalmente a la presencia de Dios. Satanás fue derrotado y sabía que su reino estaba perdido (La historia de la redención, p. 235).

[Satanás] había esperado desbaratar el plan de salvación; pero sus fundamentos llegan demasiado hondo. Y ahora, por la muerte de Cristo, supe que él habría de morir finalmente y que su reino sería dado a Jesús. Tuvo Satanás consulta con sus ángeles. Nada había logrado contra el Hijo de Dios, y era necesario redoblar los esfuerzos y volverse con todo su poder y astucia contra sus discípulos. Debían Satanás y sus ángeles impedirían a todos cuantos pudiesen que recibieran la salvación comprada para ellos por Jesús. Obrando así, todavía podría Satanás actuar contra el gobierno de Dios. También le convenía por su propio interés apartar de Cristo a cuantos seres humanos pudiese, porque los pecados de los redimidos con su sangre caerán al fin sobre el causante del pecado, quien de habrá sufrir el castigo de esos pecados,

 

Reavivados por su Palabra: Hoy, 1 Samuel 11

 

 

 

 

Lección 12: Para el 17 de septiembre de 2022
MORIR COMO UNA SEMILLA

 

Sábado 10 de septiembre

AudioComentario EGWDiálogo BíblicoMat. DamasMat. AdultosAudio Pr. Bullón

Lee para el estudio de esta semana Filipenses 2:5-9; Romanos 12:1, 2; 1 Samuel 2:12–3:18; 13:1-14; Zacarías 4:1-14 .

 

Para memorizar “De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto” ( Juan 12:24 ).

La ilustración de Jesús de un grano de trigo que muere es una analogía fascinante de nuestra sumisión a la voluntad de Dios. En primer lugar, cae. El grano que cae de la espiga no tiene ningún control sobre dónde o cómo caerá al suelo. No tiene control sobre el suelo que lo rodea y que luego lo cubrirá.

En segundo lugar, espera. Mientras el grano permanezca en la tierra, no sabe qué le dejará el futuro. No puede “imaginarse” cómo será la vida en el futuro, porque es solo un grano de trigo.

En tercer lugar, muere. El grano, probablemente, no podrá convertirse en espiga a menos que abandone su situación cómoda y segura como grano. Debe “morir”; es decir, debe renunciar a lo que siempre ha sido antes, una semilla, para poder transformarse en una planta que produzca frutos.

Un vistazo a la semana : Si sabemos que la voluntad de Dios es lo mejor para nosotros, ¿por qué nos cuesta tanto aceptarla? ¿Qué ejemplo de sumisión nos ha dejado Cristo? ¿De qué manera comprendes que se aplica a tu vida la analogía del grano de trigo?


Comentarios Elena GW

Todos los que producirán frutos como obreros juntamente con Cristo, deben caer primero en la tierra y morir. La vida debe ser echada en el surco de las necesidades del mundo. Deben perecer el amor propio y el egoísmo. Pero la ley del sacrificio propio es la ley de la tuvieron propia. La semilla enterrada en el suelo produce fruto, ya su vez este es sembrado. Así se multiplica la cosecha. El agricultor conserva su grano esparciéndolo. Así en la vida humana: dar es vivir. La vida que se preservará será la vida que se dé liberalmente en servicio a Dios y los hombres. Los que sacrifican su vida por Cristo en este mundo, la conservarán eternamente (Palabras de vida del gran Maestro, pp. 64, 65).

Los que cultivan el suelo tienen siempre presente esta ilustración. Año tras año, el hombre conserva su provisión de grano, y arroja aparentemente la mejor parte. Durante un tiempo, debe quedar oculto en el surco, para que la cuide el Señor. Primero aparece la hoja, luego la espiga y finalmente el grano en la espiga. Pero este desarrollo no puede realizarse a menos que el grano esté sepultado, oculto y, según toda apariencia, perdido.

La semilla enterrada en el suelo produce fruto, ya su vez este es puesto en tierra. Así la cosecha se multiplica. Igualmente, la muerte de Cristo en la cruz del Calvario producirá fruto para la vida eterna. La contemplación de este sacrificio será la gloria de aquellos que, como fruto de él, vivirán por los siglos eternos (El Deseado de todas las gentes, p. 576).

La razón por la cual muchos en este siglo no realizan mayores progresos en la vida espiritual, es porque interpretan que la voluntad de Dios es precisamente lo que ellos desean hacer. Mientras siguen sus propios deseos se hacen la ilusión de que están conformándose a la voluntad de Dios. Los cuentos no tienen conflictos consigo mismos. Hay otros que por un tiempo tienen éxito en su lucha contra sus propios deseos de placeres y comodidad. Son sinceros y fervorosos, pero se cansan por el prolongado esfuerzo, la muerte diaria y la incesante inquietud. La indolencia parece invitarlos, la muerte al yo es desagradable; finalmente cierran sus soñolientos ojos y caen bajo el poder de la tentación en vez de resistirla.

Las instrucciones formuladas en la Palabra de Dios no dan lugar para transigir con el mal. El Hijo de Dios se manifestó para atraer a todos los hombres a sí mismo. No vino para adormecer al mundo arrullándolo, sino para señalarle el camino angosto por el cual todos deben andar si quieren alcanzar finalmente las puertas de la ciudad de Dios. Sus hijos deben seguir por donde él dijo la senda; sea cual fuere el sacrificio de las comodidades o de las satisfacciones egoístas que se les exija; sea cual fuere el costo en labor o sufrimiento, deben sostener una batalla constante consigo mismos (Hechos de los apóstoles, pp. 451, 452).

 

Reavivados por su Palabra: Hoy, 1 Samuel 4

 

 

 

 

Lección 10: Para el 3 de septiembre de 2022
TEMPLANZA EN EL CRISOL

 

Sábado 27 de agosto

AudioComentario EGWDiálogo BíblicoMat. DamasMat. AdultosAudio Pr. Bullón

Lee para el estudio de esta semana Ezequiel 24:15-27; Éxodo 32:1-14; Mateo 5:43-48; 1 Pedro 2:18-25; Salmo 62:1-8 .

Para memorizar

“Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por herencia” ( Mat. 5:5 ). ( CB )

No escuchamos que se utilice mucho la palabra manso, excepto tal vez cuando leemos sobre Moisés o estudiamos las Bienaventuranzas. Tampoco es difícil descubrir por qué. La mansedumbre se define como “soportar el agravio con paciencia y sin resentimiento”. No es de extrañar que no escuchemos mucho al respecto; difícilmente es un rasgo respetable en la cultura actual. A veces, la Biblia traduce esta palabra como “humilde”. Nuevamente, la humildad tampoco es un rasgo de carácter que la mayoría de las culturas consideran deseable.
Pero la mansedumbre, soportar los agravios con paciencia y sin resentimiento, es una de las características más poderosas de Jesús y de sus seguidores. Y, con todo, no es un fin en sí mismo: la mansedumbre de espíritu puede ser un arma poderosa en manos de quienes se encuentran en medio del dolor y el sufrimiento. De hecho, el crisol es un buen lugar para aprender la mansedumbre de corazón, porque con nuestra mansedumbre aun hechos pedazos podemos ser testigos poderosos de Dios.
Un vistazo a la semana : ¿Cuál es la relación entre el sufrimiento y la mansedumbre? ¿Cómo podemos nosotros, con nuestra mansedumbre y aun hechos pedazos, dar testimonio a los demás? La mansedumbre ¿cómo puede ser realmente una fortaleza y no una debilidad del cristiano?


Comentarios Elena GW

En el Sermón del Monte, Cristo declara quiénes son realmente benditos. “Bienaventurados los pobres en espíritu (los que no se exaltan a sí mismos, sino que son cándidos, humildes, no demasiado orgullosos para recibir enseñanza, no vanos y ambiciosos de los honores del mundo), porque de ellos es el reino de los cielos . Bienaventurados los que lloran (los que son penitentes, sumisos y que se lamentan de sus fracasos y errores, porque entristecen al Espíritu de Dios), porque ellos recibirán consolación. Bienaventurados los mansos (los que son dóciles y perdonadores, que cuando los insultan, no responden con insultos, sino que manifiestan un espíritu enseñable, y que no se tienen en alta estima), porque ellos recibirán la tierra por herencia”. Los que poseen las cualidades enumeradas aquí, no solo serán bendecidos por Dios en esta vida,
En el Sermón del Monte [de Cristo], las primeras oraciones provenientes de sus labios tenían el propósito de echar por tierra aquellas ambiciones. “Bienaventurados los pobres en espíritu —dijo—, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación. Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad… Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos”. Mateo 5:4-10
Este sermón completo no fue sino una exposición de la ley. Cristo presentó las abarcantes demandas de la ley de Dios. Trató de corregir las altas pretensiones de ellos exaltando los verdaderos sentimientos y proclamando una bendición sobre ciertos rasgos de carácter diametralmente opuestos a los atributos que ellos acariciaban. Delante de ellos presentaron un reino en el cual no tienen cabida las ambiciones humanas ni las pasiones terrenales (Exaltad a Jesús, p. 129).
La mansedumbre es una preciosa característica cristiana. La mansedumbre y humildad de Cristo se aprenden solo llevando el yugo de Cristo… Ese yugo significa entera sumisión.
El universo celestial contempla una ausencia de humildad y mansedumbre del corazón. La exaltación propia, el sentimiento de una importancia exagerada, hacen al agente humano tan importante ante su propia estimación que le hacen sentir que no tiene necesidad de un Salvador; que no necesita llevar el yugo de Cristo. Pero la invitación a cada alma es: “Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas”. Mateo 11:29 …
La sumisión que Cristo demanda… [es] realizada por obra del Espíritu Santo. Debe haber una transformación del ser entero: corazón, espíritu y carácter... Solamente en el altar del sacrificio y de la mano de Dios, puede el hombre egoísta y codicioso recibir la tea celestial que le revela su propia incompetencia y que lo conduce a someterse al yugo de Cristo, a aprender su mansedumbre y humildad (In Heavenly Places, p. 236; parcialmente en En los lugares celestiales, p. 238).

 

Reavivados por su Palabra: Hoy, Jueces 15

 

 

 

 

Lección 11: Para el 10 de septiembre de 2022
AGUARDAR EN EL CRISOL

 

Sábado 3 de septiembre

AudioComentario EGWDiálogo BíblicoMat. DamasMat. AdultosAudio Pr. Bullón

Lee para el estudio de esta semana Romanos 15:4, 5; 5:3-5; 1 Samuel 26; Salmo 37:1-11 .

Para memorizar “Mas el fruto del Espíritu es [...] paciencia” ( Gál. 5:22 ).

Los científicos hicieron un experimento con niños de cuatro años… y malvaviscos. Un científico le dijo a cada niño que podía comer un malvavisco. Ahora bien, si el niño esperaba hasta que el científico regresara de una diligencia, le daría dos. Algunos de los niños llevaron el malvavisco a la boca en cuanto el científico se fue; otros esperaron. Se registraron las diferencias.

A continuación, los científicos hicieron un seguimiento de estos niños hasta la adolescencia. Los que habían esperado resultaron tener una mejor adaptación, ser mejores estudiantes y más seguros de sí mismos que los que no esperaron. Al parecer, la paciencia indicaba algo mayor, algo importante en el carácter humano. Por fin, no es de extrañar que el Señor nos aconseje que la cultivemos.

Esta semana veremos lo que podría estar detrás de algunos de los crisoles más difíciles de todos: el crisol de la espera.

Un vistazo a la semana : ¿Por qué a veces tenemos que esperar tanto tiempo? ¿Qué lecciones podemos aprender sobre la paciencia mientras estamos en el crisol?


Comentarios Elena GW

Cristo presentó a los hombres algo que era completamente contrario a las representaciones del enemigo referentes al carácter de Dios, y procuró inculcar a los hombres el amor de su Padre, quien de tal manera amó al mundo, “que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que pierda que en él crea, no se, mas tenga vida eterna”. Juan 3:16 . Instó a los hombres a reconocer la necesidad de la oración, el arrepentimiento, la confesión y el abandono del pecado. Les enseñaron a ser honrados, tolerantes, misericordiosos y compasivos, recomendándoles amar no solo a quienes los amaban, sino a los que los odiaban y los robaron despectivamente. En todo esto estaba revelándoles el carácter del Padre, quien es longánime, misericordioso, lento para la ira y lleno de bondad y verdad (Consejos para los maestros, p. 30).

La vida de sus hijos ha de revelar amor, mansedumbre y tolerancia. La tolerancia nos permite soportar… muchas cosas, sin que tratemos de vengarnos por palabra o acción.

La “tolerancia” es la paciencia inofensiva. Si sois tolerantes, no transmitiréis a los demás vuestros pretendidos conocimientos de los errores y equivocaciones de vuestro hermano. Trataréis de salvarlo, porque fue comprado con la sangre de Cristo. “Redargúyele entre ti y él solo: si te oyere has ganado a tu hermano”. “Hermanos, si algún fuere tomado en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restaurad al tal con el espíritu de mansedumbre; considerándote a ti mismo, porque tú no seas también tentado”. Ser tolerante no significa ser sombrío o andar triste, amargado o endurecido, es precisamente todo lo contrario (Mi vida hoy, p. 54).

Vi que los que profesan la verdad han de mantener las normas en alto e inducir a otros a alcanzarlas. Vi que algunos tendrán que atravesar solos el camino de rectitud. Sus compañeros e hijos no transitarán con ellos el camino de la abnegación. La paciencia y la tolerancia deben caracterizar siempre la vida de esos peregrinos solitarios, siguiendo el ejemplo de su bendito Maestro. Tendrán que soportar muchas pruebas, pero tienen una esperanza que fortalece el alma, que los sostienen por encima de las pruebas de la tierra, que los elevan por encima del desprecio, la burla y el oprobio. Aquellos que poseen una esperanza como esta nunca deben permitirse un espíritu severo o desagradable. Esto solo dañará sus propias almas y alejará a sus amigos de la verdad. Trátelos con ternura. No les deis ocasión de reprochar la causa de Cristo; pero nunca comprometa la verdad para complacer a nadie. Sea decidido, sea firme, sea estable, no sea de una mente dudosa (Spiritual Gifts, vol. 2, p. 266).

 

Reavivados por su Palabra: Hoy, Rut 1

 

 

 

 

 

Lección 9: Para el 27 de agosto de 2022
UNA VIDA DE ALABANZA

 

Sábado 20 de agosto

AudioDiálogo BíblicoMat. DamasMat. AdultosAudio Pr. Bullón

Lee para el estudio de esta semana Filipenses 4:4-7; Josué 5:13–6:20; salmo 145; Hechos 16:16-34; 2 Crónicas 20:1-30 .

Para memorizar

Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!” ( Filipenses 4:4 ).

Siempre es fácil aclamar a Dios con alegría cuando sentimos gozo. Sin embargo, cuando las cosas van mal, cuando estamos en la peor situación imaginable, cuando el crisol se escalda, no es tan fácil. No obstante, es precisamente entonces cuando necesitamos alabar a Dios, quizás más que nunca, porque la alabanza es un medio que nos ayuda a conservar la fe.
Por cierto, la alabanza puede transformar hasta nuestras circunstancias más tenebrosas, tal vez no en el sentido de que cambien los hechos que nos rodean, sino de que puede cambiarnos a nosotros ya quienes nos rodean, de una manera que nos ayudará a enfrentar los desafíos .
La alabanza es fe en acción. Quizá no siempre nos resulte natural, pero cuando practicamos la alabanza para que se convierta en una parte natural de nuestra vida, tiene el poder de convertir y de conquistar.

Un vistazo a la semana: ¿Qué es la alabanza? ¿Cómo podría ser un arma espiritual poderosa en circunstancias difíciles? ¿Cómo puede transformarnos a nosotros y cambiar la situación que nos rodea?

 


Comentarios Elena GW
Haced de la Palabra de Cristo vuestra seguridad. ¿No os ha invitado a ir a él? Nunca os permitáis hablar de una manera descorazonada y desesperada. Si lo hacéis perderéis mucho. Mirando las apariencias, y quejándoos cuando vienen las dificultades y premuras, revelaréis una fe enferma y débil. Hablad y obrad como si vuestra fe fuera invencible. El Señor es rico en recursos: el mundo le pertenece. Mirad al cielo con fe. Mirad a Aquel que posee luz, poder y eficiencia.
Hay en la fe genuina un bienestar, una firmeza de principios y una invariabilidad de propósito que ni el tiempo ni las pruebas pueden debilitar. “Los mancebos se fatigan y se cansan, los mozos flaquean y caen: mas los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán las alas como águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán”. Isaías 40:30, 31 . (Palabras de vida del gran Maestro, pp. 112, 113).
Muchas veces la vida cristiana está rodeada de peligros, y el deber parece difícil de cumplir. La imaginación cree ver la ruina inminente si se avanza, y la servidumbre y la muerte si se vuelve atrás. Sin embargo, la voz de Dios dice claramente: Id adelante. Obedezcamos la orden, aun cuando nuestra vista no pueda penetrar las tinieblas. Los obstáculos que impiden nuestro progreso no desaparecerán nunca ante un espíritu vacilante y dudoso. que difieran la obediencia hasta que toda incertidumbre desaparezca, y no queden riesgos de fracaso aquellos ni derrota, no obedecerán nunca. La fe mira más allá de las dificultades, y echa mano de lo invisible, aun de la Omnipotencia, y por lo tanto, no puede resultar frustrada. La fe es como asir la mano de Cristo en toda emergencia (Servicio cristiano, pp. 138, 139).
El Señor desea que mencionemos su bondad y hablemos de su poder. Se le honra mediante la expresión de alabanza y agradecimiento. Él dice: “El que sacrificará alabanza me honrará”. Salmo 50:23 . Cuando los hijos de Israel viajaran por el desierto, alababan a Dios con himnos sagrados. Los mandamientos y las promesas de Dios fueron provistos de música ya lo largo de todo el sendero fueron cantados por los peregrinos. Y en Canaán, al participar de las fiestas sagradas, las maravillosas obras de Dios habían de ser repasadas, y se había de ofrecer el agradecimiento debido a su nombre. Dios deseaba que toda la vida de su pueblo fuera una vida de alabanza. En esa forma los caminos de Dios habían de ser conocidos “en la tierra”, y su salud “en todas las gentes”. Salmo 67:2 .
Así debería ser también hoy
El Señor desea que apreciemos el gran plan de la redención, que comprendamos nuestro elevado privilegio como hijos de Dios, y que caminemos delante de él en obediencia y agradecimiento. Desea que le sirvamos en novedad de vida, con alegría cada día. Anhela que la gratitud brote de nuestro corazón porque nuestro nombre está escrito en el libro de la vida del Cordero, porque podemos poner todos nuestros cuidados sobre Aquel que cuida de nosotros. Él nos ordena que nos regocijemos porque somos la herencia del Señor, porque la justicia de Cristo es el manto blanco de sus santos, porque tenemos la bendita esperanza de la pronta venida de nuestro Salvador (Palabras de vida del gran Maestro, (pp. 240) , 241).

Reavivados por su Palabra: Hoy, Jueces 8